¿Tienes un hijo(a) o un hermano (a) en esta edad? Si es así, quizás te haya podido comentar la gran presión que puede estar sintiendo por tener que elegir qué estudiar, especialmente, si esta elección podría definir el resto de su vida.
En principio, tomar decisiones implica el miedo de enfrentarse a la incertidumbre de lo que puede ocurrir luego de haber hecho la elección. Elegir conscientemente, siempre es un acto que conduce a una mayor madurez y permite nuestro desarrollo personal.
El paso de salir de la secundaria, marca una transición, no solo por la elección de carrera, sino por que representa un paso hacia la independencia y la adultez. ¿Cómo enfrentarnos a esto sin un GPS que nos diga dónde estamos y cómo llegar a donde queremos?
El propósito es el mejor de los GPS, pues no importa si hay o no WIFI disponible, siempre podemos recurrir a él, si estamos perdidos para recobrar el rumbo o para confirmar si las metas y objetivos propuestos tienen sentido o no.
No existe, además, un solo propósito, podemos tener diferentes propósitos para cada una de las áreas de nuestra vida (familia, amor, desarrollo personal etc.) todos vinculados a un valor fundamental, que puede ser la felicidad o cualquier otro, eso depende de ti, no hay una camisa de fuerza.
La ventaja de conectar con el propósito de vida es que, en el proceso de definirlo, también descubres y defines talentos, aquello en lo que eres realmente bueno. Intereses, lo que te gusta hacer. Pasiones, lo que disfrutas.
Finalmente, en lo que eres capaz de contribuir e impactar en el mundo.
Desde esta perspectiva, el propósito es una base desde la cual se pueden hacer elecciones sólidas, ya que a partir de él se construye autoestima, autoconfianza, seguridad, capacidad de tolerar el estrés y la frustración ante los fracasos, la posibilidad de postergar la necesidad de satisfacción y por tanto trabajar con disciplina y voluntad por un objetivo.
¿Qué puedes hacer para ayudar aquí?
1) Conversa con él o ella sobre aquello en lo que se considera muy bueno
2) Invítalo a preguntarle también otras personas
3) Construye junto con él un listado de esos aspectos, amplíalos
4) Haz lo mismo con aquello que le gusta y con aquello que le apasiona
5) Investiguen en la red todas las alternativas que existen en las que esos aspectos coinciden.
