Basta ya de procrastinar y ponte en acción
Postergar actividades en nuestra vida de manera crónica es un hábito que en definitiva se traduce en la sensación de estar sobrepasado y no avanzar

ESPECIAL PARA ESTAMPAS

04/02/2020 09:00 am



Leyla Suárez
Herramientas Vitales


Miras tu teléfono, tienes un recordatorio de esa llamada que acordaste hacer. Sin embargo, en lugar de marcar el número del contacto, te das cuenta de que justo en este momento hay algo que atrae tu atención y decides atender antes que ocuparte de esa llamada, que luego vas desplazando una y otra vez. 

Esto que acabo de describir se llama procrastinación y seguramente lo has de haber experimentado en muchos aspectos de tu vida: el plan de ejercicios, la dieta que quieres comenzar, esa reunión con tu jefe que anticipas no será muy agradable, la conversación con tu pareja o con tu hijo.
Procrastinar es un hábito, que se traduce en la fantasía de un alivio instantáneo y temporal del estrés ante el afrontamiento de una tarea que percibes como amenazante, dado que: 

1) Dudas de tu capacidad para afrontar efectivamente la tarea, lo que te produce inseguridad, ansiedad y miedo. 

2) Al anticipar una baja probabilidad de satisfacción y una alta probabilidad de tener una sensación que te genere dolor, tu cerebro te ayuda a huir, proporcionándote otros estímulos que te sirven de justificación para tu comportamiento, lo que conocemos como excusas.
También puedes postergar una acción que anticipas que no solo tenderá a ser poco placentera, sino larga o aburrida, por lo que tu motivación se ve afectada hasta llegar al mínimo. 


Lo que ocurre es que al procrastinar te enfocas solo en la urgencia inmediata, olvidando los beneficios a mediano o largo plazo, atentando contra tu autoestima, y bienestar, ya que, la necesidad hacer esa llamada va a seguir estando allí, con el agravante que al retomar la tarea tus sentimientos de baja autoestima, culpabilidad y niveles de ansiedad van a ser mayores. Generando en ti la sensación de estar sobrepasado y reforzando la necesidad de evitar la tarea. 
 
Qué puedes hacer: 

1) Asegúrate anclas que te den bienestar y satisfacción, define los resultados positivos que obtendrás no solo de manera inmediata sino a mediano plazo e inclusive a largo plazo de la realización de la tarea 

2) Amplía tu campo de percepción y define los efectos positivos que el afrontar esa situación dará a tu vida, no te concentres exclusivamente en el simple hecho de completar lo pendiente, sino también en el aprendizaje de la dinámica de ampliar el campo de percepción a otras áreas de tu vida, aumentar la satisfacción y felicidad.

Si esto te ocurre con frecuencia y deseas trabajarlo,
¡Ponte en contacto conmigo!

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