La obesidad, un factor de riesgo de la apnea del sueño
Estudios revelan que las personas que padecen de apnea del sueño son 50% más propensas a desarrollar problemas de memoria o pensamiento, en comparación con las que no padecen este trastorno

ESTAMPAS

05/04/2024 08:00 am



La calidad del sueño puede ser perturbada por diversos factores desde el estrés cotidiano, el uso excesivo de las pantallas, hasta la obesidad, entre otros, cuya condición que se asocia a una vida sedentaria y a los hábitos de alimentación poco saludables, no solo puede causar problemas de salud cardiovasculares, diabetes, presión arterial elevada, sino también Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) uno de los trastornos más comunes en la población.

Cabe destacar que las necesidades de sueño varían significativamente entre individuos según su edad. Sin embargo, se recomienda dormir entre 7 u 8 horas diarias para recuperar la energía utilizada durante el día, fortalecer su sistema inmunológico, su estado de ánimo, disminuir la ansiedad, el estrés y mantener un buen estado de salud.



Trastornos del sueño, un problema de salud global

El actual ritmo de vida acelerado, los horarios de sueño irregulares, las siestas muy largas y comer mucho o antes de acostarse son algunos de las principales causas de otros trastornos como el insomnio, sonambulismo, hipersomnias, narcolepsia y la cataplexia que influyen negativamente en la salud física y emocional.

En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 40% de la población duerme mal, pero a pesar de ello, menos del 20% de las personas que padece estos trastornos pueden mitigar su efecto si se trata a tiempo.


Las mujeres pueden padecerla después de la menopausia

¿Qué es la apnea del sueño?

De acuerdo con los expertos, es una enfermedad que se manifiesta a través de la dificultad para respirar mientras se duerme interrumpiendo el sueño. No obstante, las personas que la padecen pueden presentar los siguientes síntomas:

  • Ronquidos.
  • Reflujo gastroesofágico.
  • Despertares frecuentes.
  • Pesadillas.
  • Insomnio.
  • Movimientos anormales.

Los afectados también pueden sentir con regularidad somnolencia excesiva, cefalea matutina, dificultad para concentrarse, entre otros síntomas que merman su calidad de vida.

Asimismo, Un metaanálisis de estudios publicados anteriormente en la revista Journal of Sleep Research descubrió que, en general, las personas con apnea del sueño, cuya patología afecta más a los hombres, tenían 1,43 veces más riesgo de desarrollar un trastorno neurocognitivo como las enfermedades de Alzheimer o Parkinson.


La apnea del sueño afecta a 1 cada 3 personas

¿Qué relación guarda con la obesidad?

Según las principales investigaciones, más de la mitad de las personas con obesidad, padecen esta enfermedad, debido al exceso de grasa en las paredes musculares del istmo faríngeo, donde ocurre la mayoría de las veces el colapso de la vía área, ocasionando los episodios de cese respiratorio.

Así mismo, la apnea del sueño ocasiona un estrés metabólico y altera ciertas moléculas (leptinas, grelinas, entre otras) que ocasionan un aumento del apetito, terminándose de convertir en un círculo vicioso entre ambas enfermedades.

Es importante resaltar que la obesidad afecta a una de cada 8 personas en el mundo, acuerdo con los datos de un estudio publicado en The Lancet.


Existen dos tipos de apnea:

• Apnea Obstructiva del Sueño (AOS): La persona puede experimentar 5 o más interrupciones respiratorias por hora.

• Apnea Central del Sueño (ACS): Es más común en los adultos mayores, en especial en los mayores de 60 años, y ocurre cuando el cerebro no envía las señales necesarias para respirar.

• Apnea Mixta: Se trata de una combinación de las dos tipologías antes explicadas. En este caso, existe una obstrucción en las vías respiratoria superior ante la falta del estímulo neurológico del cerebro para activar la respiración.

¿Cómo se diagnostica esta patología?

“Más del 85 por ciento de los pacientes que padecen apnea del sueño no tienen diagnóstico, lo que significa que cientos de millones se ahogan repetidamente, en lugar de tener un sueño saludable y reparador cada noche”, afirma el Dr. Carlos M. Nunez, coautor de un estudio sobre el sueño realizado por ResMed junto a varios expertos y publicado por The Lancet.

“Esto eleva el riesgo de accidentes en el lugar de trabajo y en la vía pública, y puede contribuir a otros problemas de salud significativos, tales como hipertensión, enfermedad cardiovascular y hasta problemas de control de glucosa en pacientes diabéticos. Conocemos los riesgos y ahora sabemos que el tamaño del problema es casi 10 veces mayor de lo que pensábamos anteriormente. Abordarlo comienza con el análisis de los pacientes que sabemos que tienen alto riesgo”. Agregó.

Para determinar si una persona padece apnea del sueño se puede realizar al paciente la polisomnografía nocturna, una prueba mediante la cual se evalúa varios parámetros como la oxigenación nocturna la actividad cerebral mediante electroencefalografía, la frecuencia cardíaca y los movimientos de resistencia a la expansión de la caja torácica.

¿Cómo puede mejorarse la apnea del sueño?

"El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor", explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del NIH.

La clave para mitigar sus efectos está en el cambio del estilo de vida, adoptando hábitos saludables como:

  • Tener alimentación balanceada rica en frutas, vegetales, legumbres y una buena hidratación.
  • Respetar las horas de sueño y evitar hacer actividades durante la noche.
  • Hacer ejercicio.
  • Practicar técnicas de relajación como el yoga o el taichí.
  • Regular la ingesta de cafeína.
  • Evitar comer antes de ir a la cama de noche.
  • Limitar el uso de los dispositivos móviles en horas nocturnas.