El uso de las pantallas es un hábito cotidiano que facilitan el acceso a muchas formas de entretenimiento como ver películas o jugar videojuegos, este último por inofensivos, estimulantes y divertidos que parezcan, pueden generar conductas adictivas, depresión, ansiedad y promover el sedentarismo, ya que llevan a las personas –principalmente a los más jóvenes- a pasar tardes enteras e incluso noches en vela jugando sentado frente al monitor de un ordenador, un smartphone, una tableta o una videoconsola.
Cabe destacar que otro de los efectos de los videojuegos, aunque sea menos notable, es la ingesta cotidiana de alimentos procesados ricos en grasa y azúcar poco saludables, debido a que mientras se realiza esta actividad lúdica las personas están distraídas, disminuye la sensación de saciedad, y no prestan atención a los que están ingiriendo los cual aumenta el riesgo de padecer obesidad, que se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo que puede ser perjudicial para la salud.
En ese sentido, es importante resaltar que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedades crónicas como la diabetes, las patologías cardiovasculares, la hipertensión, así como varios tipos de cáncer, entre otras.
Los videojuegos también estimulan la creatividad y la socialización
Ante tal panorama, un estudio realizado por el organismo mundial de salud de Naciones Unidas (ONU), publicado en la revista 'The Lancet', indica que más de mil millones de personas, o una de cada ocho en el planeta, sufren obesidad, y advierte de que esta enfermedad se ha convertido en la forma más común de malnutrición.
El informe reseña que unos 159 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años padecían obesidad en 2022, una cifra que en los adultos ascendió a los 879 millones de personas, lo que supone que un 43% de la población adulta mundial de ese año sufría sobrepeso. Según pública la agencia Efe.
Es importante ser consciente de lo que comemos y optar por opciones saludablesUna dieta balanceada y la actividad física son la claveDe acuerdo con los expertos para mitigar dichos efectos negativos y fortalecer nuestra calidad de vida es necesario controlar nuestros hábitos alimenticios mantener una dieta orgánica rica en frutas, vegetales, legumbres y evitar los productos procesados (snacks, galletas, gaseosas, comidas rápidas, entre otros) cuyo consumo elevado de estos alimentos podría estar relacionado con un mayor riesgo de depresión.
Además, incorporar en esta rutina la actividad física diaria, que ayuda a disminuir las calorías y mantener el peso corporal.
Igualmente, es importante reducir el tiempo expuesto a los videojuegos. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Oxford, lo recomendable es una hora al día, aunque puede variar según la edad.
