Descubre qué es el ‘bracketing’ y por qué hay que dejar de hacerlo
A medida que los compradores en línea adoptan el bracketing, los minoristas enfrentan un desafío cada vez mayor en sus tiendas

ESTAMPAS

05/04/2024 08:00 am



La industria de la moda ha estado buscando diversas alternativas para reducir su impacto medioambiental. Sin embargo, hay algunos factores que han hecho que esto no sea posible del todo, como la falta de diversidad, agotamiento creativo ante una industria frenética, la opacidad de sus procesos, y más.


Aunque se busca invertir en la tecnología para aprovechar ese excedente textil, también afecta en la forma en cómo se consume la ropa.

Ir de compras de manera online ha pasado a ser una norma para la mayoría de la población. Y dentro de este contexto está el llamado ‘bracketing’, fenómeno que sobrecarga esos esfuerzos de las firmas por ser más sostenibles.


Comprar online debe hacerse de manera inteligente

¿Qué es el bracketing?

Este es un concepto que hace referencia al consumo de la ropa online. Es pedir un mismo producto de diversas tallas y colores, quedarse con el que se ajusta mejor al cuerpo, y devolver el resto que no cumplen los requisitos.

Para los expertos en moda, este fenómeno debe reducirse lo más pronto posible, pero también enfrenta un desafío para la industria. La firma Zara tomó cartas en el asunto, y actualmente cobra por las devoluciones, siendo esta una práctica habitual en otras marcas de fast fashion.

Además de la tensión financiera que perjudica a las marcas, los minoristas también enfrentan otros desafíos. Para empezar, el bracketing altera la gestión del inventario. La escasez artificial de vestuario hace que sea extremadamente difícil para los minoristas mantener reabastecimientos precisos en tiempo real, ya que no tienen forma de saber qué tamaños o colores se devolverán en última instancia.

Al lidiar con el bracketing en grandes volúmenes, sus capacidades de gestión de devoluciones también se ven desafiadas. Cualquier retraso en el procesamiento de las devoluciones podría repercutir en procesos posteriores, extendiéndose a períodos de espera más largos para los clientes que anticipan su reembolso. Claramente, ese no es un buen aspecto para cualquier empresa que aspire a ofrecer excelentes experiencias posteriores a la compra y generar lealtad a la marca.


Siempre ten tus medidas y ayuda de un asesor

El bracketing también afecta al ambiente

Aunque retornar una prenda parece no tener una gran importancia, las devoluciones impactan cierto porcentaje del medio ambiente, ya que se habla de un vehículo que busca esta ropa en casa, quien deja una marca de carbono innecesario.

La tienda misma, que debe pedir más productos para su inventario, y los fabricantes deben hacer más prendas para reajustar lo “vendido”, que al final, la gran mayoría fue devuelto a su lugar de origen.

El reducir esta práctica, no solo mejora la experiencia del cliente, igualmente disminuye costos de operación, huella de carbono textil, además de hacer compras más precisas, inteligentes y sostenibles. Se plantea que se haga una buena inversión en este tipo de consumo, que no solo beneficiará al comprador, también a la empresa y al planeta.

Según una investigación de Mysize, los compradores están más dispuestos a devolver un artículo que compraron online, en comparación con un producto adquirido en la tienda. En promedio, el 20% de los productos ordenados a través de internet se devuelven, mientras que el 9% de los artículos comprados en físico, son devueltos.


Los “hauls” como manera de hacer bracketing

Para quienes están familiarizados con las redes sociales, los “hauls” o “recorridos de prueba”, probablemente sean un encuentro conocido. Esta es una tendencia en la que a menudo se pide a los espectadores que comenten si los artículos destacados deben conservarse o devolverse.

Los hauls también son una demostración del fenómeno del bracketing. Aunque las personas sientan que se ve bien no quedarse con todos los productos, no todos contemplan la logística (y la logística inversa) involucrada en el mantenimiento y la devolución.


No confundir con el fast fashion

Existe cierto límite que puede cruzarse entre el bracketing y el fast fashion. Sin embargo, no se deben confundir porque son dos prácticas totalmente distintas.

Recordemos que el fast fashion es una tendencia que se realiza directamente en las tiendas así como sus consumidores. Las tiendas fabrican miles de prendas que son populares al momento, y el comprador siente la necesidad de obtenerlas. Pero cuando la prenda deja de estar en boga, el consumidor la desecha. Y así sucesivamente.

Es por ello que se prefiere que los compradores sean capaces de acceder a ropa sostenible, si bien es más costosa, su tiempo de duración es más largo y puede ser parte del closet por mucho tiempo.


¿Qué se recomienda?

La mayoría de las tiendas online tienen las tallas marcadas no solo en el típico “S, M, L, XL”, también están en centímetros. Otras incluso te piden colocar tus medidas exactas para recomendarte qué talla específica comprar.

Si algunas de estas opciones no se encuentran en la web, los vendedores en línea pueden ayudarte a elegir lo que se ajuste para ti.