- Lo más importante antes de priorizar las responsabilidades es el entendimiento y el apoyo por parte de mi Andreina (esposa), Nicolás y Noah (hijos) en adaptarse a los horarios que me demanda el restaurante, también con el tiempo uno va aprendiendo a delegar funciones en el trabajo y así lograr obtener un equilibrio para ambas partes.
Siempre dispuesto para atender incluso en reuniones familiar o de amigos
Su pasión por la gastronomía le permite ser creativo. Ha puesto en marcha un proyecto que llama “la lonchera del chef” donde participan sus hijos Nicolás y Noah. Allí realizan recetas sencillas, pero también es un espacio para pasar tiempo con ellos.
Estas sencillas respuestas nos permiten apreciar que su dinámica familiar es sencilla como la de cualquier familia trabajadora. Nos cuenta que “hay días que llego temprano a casa y realizamos diferentes actividades en familia, otros en los que me visitan en el restaurante y otros donde sencillamente seguimos la rutina y nos adaptamos a las prioridades que vayan saliendo del día a día”.
ÓraleArepa
Su pasión por la gastronomía venezolana nunca titubeó. Tenía claro que el concepto del negocio debía ser platos venezolanos, sin embargo, sabía que la demanda de los clientes se inclinaba hacia el arte culinario azteca, entonces decidió fusionar ambas propuestas.
Esta idea la sella con una imagen corporativa que abarca ambos países y bautiza a su negocio ÓraleArepa. Esto atrajo la atención de los potenciales clientes.
Le preguntamos al respecto, ¿cómo ha resultado el concepto del negocio sobre platos venezolanos con productos mexicanos? Nos cuenta que:
- Afortunadamente ha gustado mucho. En un principio hicimos gastronomía venezolana con acento mexicano, logrando introducir algunos rellenos típicos aztecos en nuestra arepa venezolana. Poco a poco fue migrando a un menú venezolano 100%, hecho con ingredientes mexicanos. Con este último cambio logramos captar clientela local, llevando nuestros comensales a un 75%, NO venezolanos, pudiendo demostrar parte de nuestra cultura a través de nuestra gastronomía.
Hoy en día, el menú de este restaurante nos pasea desde la tradicional arepa, los patacones, hasta un pastel de Chucho. Ha logrado introducir platillos originales como los flamantes tequeños de cachapa, los cuales han tenido gran aceptación en los comensales.
Tampoco pueden faltar los golfeados, la marquesa de chocolate o una bebida refrescante como el papelón con limón. Sin duda alguna, un pedazo de Venezuela en tierras mexicanas.
Para indagar más sobre las propuestas que presentará en su restaurante, le preguntamos ¿qué otras propuestas gastronómicas quisiera presentarle a sus clientes?
- Me gusta mucho todas las propuestas latinas, pienso que son propuestas con mucha historia y mucho amor familiar, que brindan calidez, nostalgia y satisfacción logrando llenar tanto la barriga como el alma.
El negocio y la pandemia
Ante la realidad que vienen enfrentando el sector hostelero y los restaurantes, no podíamos dejar de preguntar: ¿qué estrategias han utilizado para enfrentar la pandemia y hacer de ÓraleArepa un negocio sostenible? Nos cuenta que:
- Las estrategias siempre han sido no descansar nunca y seguir trabajando como si fuera el primer día. Al mismo tiempo todo ese esfuerzo no sería posible sin una debida estructura administrativa y económica la cual realiza mi socio Héctor, y gracias a su desempeño logramos sobrepasar la pandemia y preparar el restaurante para el siguiente paso.
También supimos que la creatividad no se hizo esperar. Como muchos otros negocios recurrieron a las nuevas tendencias de la gastronomía que se impulsaron desde la declaración de la pandemia como el delivery, rappi o los menús congelados.
Prepararon al negocio con todas las medidas de bioseguridad, brindándoles a los comensales la tranquilidad que se merecen mientras degustan sus platillos. Este conjunto de maniobras han hecho de ÓraleArepa un negocio sostenible.
Finalmente, queríamos saber sobre sus añoranzas por su tierra natal, nuestro país. Le preguntamos, ¿qué extraña de Venezuela?
Con gran emoción responde:
- ¡Todo! Mi aire, mi tierra, mis montañas, mi gente, mi cultura y mis raíces. Afortunadamente tenemos nuestra comida todos los días en la mesa, así que más allá de extrañar una arepa y aunque suene chistoso, extraño también un buen arroz chino con un cerveza helada como solo lo saben servir en Venezuela!
Jorge Udelman