En nuestras conversaciones con madres emprendedoras, hemos encontrado que estas son las 3 áreas que más generan conflicto al momento de emprender:
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Manejo del tiempo: El secreto está en saber planificar, exprimir el tiempo y definir las prioridades, que te permitan equilibrar el tiempo dedicado a tu familia y a tu nuevo negocio. Por ejemplo, prueba utilizar el mismo calendario para las actividades laborales y familiares y así, a simple vista, podrás organizarte. Y no olvides reservar un tiempo para ti. Cuídate y no dejes de hacer cosas que te gustan, ya que, para que todo funcione, primero debes estar bien.
● Encontrar las alianzas correctas: Este puede ser un factor decisivo en el éxito de tu negocio. Reconocer que no tienes que hacer esto sola te ayudará a manejar la ansiedad y te permitirá enfocarte en las actividades en las que puedes agregar más valor. Puedes considerar formar una sociedad o buscar asesoría a través de organizaciones de mujeres emprendedoras, que cada vez son más comunes y te ofrecen múltiples actividades de apoyo.
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Administración financiera: Esta es una de las áreas que las emprendedoras descuidan con frecuencia. Cuando se comienza un negocio nuestros esfuerzos se dirigen principalmente a las actividades de creación, producción y comercialización, y dejamos de lado la administración de las finanzas porque se siente que es un tema más complejo y que quizás se pueda atender después, cuando el negocio crezca. Este descuido te puede salir muy caro después, por eso es importante que te prepares desde tus primeros pasos como mujer de negocios.
4 consejos financieros para “mompreneurs”
1. Planificación y control: Cuida tu flujo de efectivo, es el rey de los emprendimientos. Separa tu presupuesto personal del del negocio. Crea un fondo de emergencia, con el equivalente de tres a seis meses de tus ingresos para enfrentar eventuales problemas de producción, costos o situaciones externas a tu negocio.
2. Edúcate y busca apoyo: Así como hay que buscar herramientas para mejorar nuestras habilidades de negocios, también hay que hacerlo para nuestra educación financiera. Es importante que conozcas del tema, para tomar decisiones más acertada, pero no tienes que especializarte. Busca la asesoría necesaria a nivel contable y financiero, que te ayude a mantener todo en regla.
3. Presupuesta tus beneficios: No te olvides de considerar en tus costos los relacionado con tu protección de salud y de vida. Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para diseñar un plan de retiro y ahorro. Las mujeres tienen en promedio más años de esperanza de vida que los hombres y deben considerar cómo costearse en el futuro.
4. Cuida tu nivel de endeudamiento: No quieras comprar todo en un solo momento, haz una lista de prioridades y, conforme va caminando tu negocio, adquiere lo que necesitas y sé puntual en tus pagos para crearte una buena reputación. La deuda hay que usarla como un trampolín para crecer y no como algo que funcione a tu desventaja.
Ser madre no significa que es imposible emprender, y ser una empresaria exitosa no significa que descuides a tu familia. Se requiere de mucha organización y pasión, pero todo es posible si te lo propones.
Paula Vargas @espacioconvalor / www.espacioconvalor.com