Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señala que, cada año, 750.000 personas mueren de enfermedades cardíacas debido a largas horas de trabajo.

En ese sentido ambas organizaciones afirman en el documento que aproximadamente el 9% de la población mundial trabaja muchas horas al día. Cada vez son más los trabajadores cuya jornada laboral es excesivamente prolongada, una tendencia que da lugar a un incremento en el número de personas que corren riesgo de sufrir discapacidades o fallecer por motivos ocupacionales.

El teletrabajo: un arma de doble filo

El teletrabajo y la flexibilidad laboral, tendencias que cobraron fuerza durante la pandemia por Covid-19, pueden contribuir al blurring, debido a la dificultad de las personas para separar las labores del hogar y el trabajo.

“Aunque en tiempos de la pandemia suponía un ajuste dada la situación, hoy en día es una normalidad; sin embargo, esto no es solo algo que le compete a esas áreas, el blurring puede afectarnos en un trabajo de oficina también”, expresó la licenciada en psicóloga clínica Alicia Pineda, quien también aseguró que “la opción de trabajo remoto, la comodidad de que cualquier espacio nos puede servir para laborar se tiende a difuminar esa línea que necesitamos en cada espacio según nuestros roles en la vida”.

Ser multitareas, con el objetivo de demostrar su eficiencia laboral, es un estilo de vida que muchos llevan en la actualidad, lo cual en algunos casos puede implicar estar en contacto 24/7 con el jefe, responder mails hasta altas horas de la noche o revisar pendientes hasta en fines de semana, cuyas acciones son la expresión más evidente de este fenómeno, que según los expertos eleva los niveles de estrés, reduce la productividad y sigilosamente el bienestar físico y mental de las personas.

En ese orden de ideas, María Alejandra Pérez Viloria, aseguró que dicho impacto también "se puede manifestar a nivel físico a través del insomnio, sensación de vacío o de culpa cuando no está haciendo actividades del trabajo porque piensa que no es productivo cuando tiene asociado esta creencia negativa de sí mismo de que su valor depende de lo productivo de lo que sea en el trabajo”.

"Este efecto genera como consecuencia la dificultad de las personas para desconectarse de su trabajo"

Los beneficios de las nuevas tecnologías son indiscutibles debido a que favorecen la conectividad y la inmediatez para solventar cualquier situación, aunque son otros de los factores que elevan el riesgo de padecer este trastorno, ya que dificulta la desconexión del entorno laboral debido a la constante recepción de información.

"Cuando se tiene dificultad para establecer límites entre la actividad laboral y otras áreas desempeños, ocurre una desconexión, estamos presentes, pero ausente porque si estamos conectados con los equipos electrónicos respondiendo un mail, una oferta, entre otras en casa dejamos de hacer otras actividades con la familia o con los amigos”, indicó la experta.

Igualmente, laborar en ambientes no ergonómicos como el hogar, puede llevar a problemas físicos como dolores de espalda, pérdida de la memoria, generar hábitos de vida sedentarios y perjudica el vínculo afectivo entre padre e hijos.


Las personas que padecen este efecto "están en un constante estado de alerta y puede afectar su descanso"

¿Cómo evitar el blurring?

En esta era digital, es importante reconocer y respetar los límites de tiempo de cada actividad e incluso en el uso de los artefactos tecnológico en la cotidianidad para lograr el bienestar personal. Es importante resaltar que la desconexión tecnológica también repercute positivamente en el nivel de productividad de los empleados.

"Aumenta la producción laboral. Una persona que se desconecta del trabajo fuera de las horas laborales reduce su nivel de estrés y presión que generan las responsabilidades laborales por su puesto se mejora la salud mental", asevera María Alejandra Pérez Viloria.

En ese sentido, ambas expertas coinciden en la praxis del autocuidado, a través de técnicas como el yoga, mindfulness, una dieta balanceada, entre otras, para mitigar el impacto de dicho efecto.

“Considero importante tener claros todos los roles en nuestra vida, y cuidar que ninguno de ellos nos defina completamente, no soy mi trabajo, no soy solamente madre o padre, hijo, esposo. Hacer un esfuerzo consciente de separar cada rol y dejarlo donde debe estar. El autocuidado es una herramienta a aplicar de forma constante, cómo alimento mi cuerpo físico, durmiendo las horas que necesito, comiendo de la forma más saludable para mí, ejercitándome como mejor me funcione, consultas médicas de rutina”, aseveró Alicia Pineda.

Por su parte, María Alejandra Pérez Viloria cree que "lo más importante es aprender a poner límites. Es algo que le cuenta a nuestra sociedad hoy en día porque somos una sociedad que está basada en la inmediatez esto genera un efecto a nivel cerebral. Es muy importante potenciar el contacto cara a cara, el vínculo personal, el salir al cine con alguien, el ir a comer, a dar una vuelta al parque con alguien o conversa unos minutos", lo cual a su juicio disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés y favorece la relajación.

Además, también se recomienda establecer límites, organiza las actividades con anticipación y delega responsabilidades en casa y en el trabajo.

En ocasiones, nos sentimos tan sobrepasados que no contamos con la capacidad para hacer frente a las obligaciones laborales. Además, apenas disponemos de tiempo para disfrutar someramente de nuestras aficiones o de un momento en familia.

Desconectarse de la actividad laboral, por momentos limitados, es fundamental para lograr el anhelado equilibrio y “nos beneficia de manera eficaz” puntualizó Alicia Pineda. Podemos invertir este tiempo en todo aquello que nos gusta, eleva nuestra creatividad y brinda placer.

"Es necesario tener ese tiempo de desconexión, donde no tengas actividades pendientes, no tengas que revisar el mail, ni tampoco te estén llamando (…) cuando una persona se desconecta de su área de trabajo y se conecta con su familia e interés personales le ayuda a mantener un equilibrio emocional y a prevenir el agotamiento", enfatizo María Alejandra Pérez Viloria, al tiempo que aseguró que al realizar este acto "podemos tener mayor motivación, auméntanos nuestra productividad, tenemos una mente fresca para realizar las actividades que se nos presenten".

Licenciada en psicología clínica