El mundo entero clama por igualdad salarial entre hombres y mujeres
Según el PNUD está demostrado que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo en el mundo

ESTAMPAS

17/09/2021 06:00 pm



Judith Alvarado H.


A nivel mundial, el salario representa la retribución económica por el desempeño de funciones o actividades, bien sea semanal, quincenal o mensual, tiempo que es acordado entre el empleador y el empleado.

El salario permite al trabajador, hombre o mujer, cumplir con sus obligaciones de alimento, salud, vestido y calzado, educación y recreación. Pero, retribuir a los empleados de manera objetiva y equitativa, sigue siendo un proceso complejo en todo el mundo, pues persisten las desigualdades en torno al ingreso salarial entre hombres y mujeres.

Según datos de la Comisión de Estudios para América Latina (CEPAL), en la actualidad la brecha salarial que existe entre hombre y mujeres que desempeñan las mismas funciones es de un 16% aproximadamente, lo que significa que una mujer trabajadora gana sólo un 84% de lo que ganan los hombres.

Se considera que esta diferencia salarial entre hombres y mujeres profundiza la situación de crisis en muchas familias, sobre todo en aquellas donde las féminas son quienes llevan sobre sus hombros la responsabilidad del hogar.


Acabar con la desigualdad salarial aumenta la independencia de la mujer. Fotografía Stock

ONU-Mujeres estima, como consecuencia de los efectos negativos derivados del Covid-19 en la economía, que 96 millones de personas podrían estar en pobreza este año y en pobreza extrema a 435 millones de mujeres y niñas que viven con menos de dos dólares (US$ 1,9).

Este 18 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Igualdad Salarial, por disposición de la Organización de Naciones Unidas (ONU), aprobada en el año 2020, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor para las mujeres.

Según la ONU, persisten las desigualdades históricas y estructurales en las relaciones de poder entre mujeres y hombres. La pobreza acrecienta las desigualdades y desventajas en el acceso a recursos y oportunidades para las mujeres.

Aunque la disposición de la ONU fue aprobada ampliamente por la mayoría de los países del mundo, la equidad y el empoderamiento de las mujeres y las niñas avanzan a paso de morrocoy.

Estudios desarrollados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) afirman que el crecimiento económico de un país aumentaría más rápido con la plena participación de las mujeres en la fuerza de trabajo.

Trabajo decente y crecimiento económico

La desigualdad de género equivale al estancamiento del progreso social, debido a que las niñas y las mujeres representan la mitad de la población mundial, es por ello que el tema es contemplado como el 5° Objetivo del Desarrollo Sostenible (ODS).

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) afirma que empoderar a las mujeres y a las niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo en el mundo.


Fundamental que eliminemos las barreras que impiden el avance de las mujeres. Fotografía Stock

Un estudio de la Universidad de Valencia, en España, también considera que la igualdad laboral entre hombres y mujeres estimularía el crecimiento de las economías al mitigar el impacto de la reducción de mano de obra.

Sostienen que si se eliminan las desigualdades entre hombres y mujeres en el ámbito laboral se añadiría un 26 por ciento más de riqueza al Producto Interior Bruto (PIB) mundial y contribuiría al crecimiento de la economía pública y privada.

En la actualidad las mujeres ya generan el 37% del PIB mundial. El Instituto McKinsey asegura que si existiera un mayor grado de paridad e igualdad entre hombres y mujeres que hacen el mismo trabajo se añadirían hasta 28 billones de dólares a la economía mundial en 2025, esto significa un incremento del 26 por ciento del PIB.

En Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible plantea la necesidad de incorporar la perspectiva de género mientras que especialistas consideran que lograr la igualdad de remuneración es un hito importante para los derechos humanos y la igualdad.

Cambios a paso lento

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948); en su artículo número 1 establece la igualdad de género como un derecho humano básico. Lamentablemente a 73 años de esta declaración millones de mujeres en el mundo no han podido disfrutar del derecho de igualdad.

En la actualidad las féminas gozan apenas de las tres cuartas partes de los derechos legales que tienen los hombres, lo que impone límites a 2.700 millones de personas a la hora de conseguir empleos dignos o generar ingresos para ellas y sus familias (es decir que afecta a más del 35% de la población humana).

En el año 2019 Kristalina Georgieva, presidenta interina del grupo Banco Mundial, aseguró que “si las mujeres tuvieran igualdad de oportunidades para desarrollar todo su potencial, el mundo no solo sería más justo, sino también más próspero”.

Al presentar el informe titulado “Mujer, Empresa y el Derecho 2019: Una Década de Reformas”, Georgieva expresó que “el cambio está ocurriendo, pero no lo suficientemente rápido… Es fundamental que eliminemos las barreras que impiden el avance de las mujeres…las reformas son posibles y aceleran el cambio”.

Voluntad Política y más esfuerzos a nivel internacional

El informe “Mujer, Empresa y el Derecho 2019: Una Década de Reformas” del BM determinó que alcanzar la igualdad de género no es un proceso a corto plazo, y requiere una fuerte voluntad política y un esfuerzo concertado de parte de los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, entre otros; sin embargo, las reformas legales y regulatorias pueden desempeñar un papel fundamental, siendo un primer paso importante.

El documento destaca que en los últimos 10 años se han logrado avances considerables en las áreas medidas por el índice. En 131 economías se introdujeron 274 reformas a las leyes y reglamentaciones para favorecer la inclusión económica de la mujer. En 35 países se implementaron protecciones legales contra el acoso sexual en el trabajo y 22 economías eliminaron las restricciones al empleo de las mujeres, aumentando sus posibilidades de acceder a determinados sectores de la economía que antes les eran prohibidos. Sólo en 13 economías fueron adoptadas leyes que exigen igual remuneración por el trabajo en hombres y mujeres.

Bélgica, Dinamarca, Francia, Letonia, Luxemburgo y Suecia han obtenido la puntuación perfecta de 100 puntos, lo cual significa que reconocen a mujeres y hombres los mismos derechos legales.
 
En Latinoamérica Venezuela; a través de la Constitución de la República Bolivariana también forma parte de los países que han adoptado medidas para garantizar los derechos de las mujeres como miembros de la sociedad. En el artículo 88 de la carta magna se expresa que “El Estado garantizara la igualdad y equidad de hombres y mujeres en el ejercicio del derecho al trabajo. El Estado reconocerá al trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa tienen derecho a la seguridad social de conformidad con la Ley”.

En otras partes del mundo, las mujeres aún enfrentan leyes y reglamentaciones discriminatorias en cada una de las etapas de su vida laboral. 56 países a un no adoptaron ningún tipo de reforma para mejorar la igualdad de oportunidades para las féminas.

OIT: solución a la discriminación 
La Organización Mundial del Trabajo (OIT) considera que la discriminación en el trabajo constituye una violación de un derecho humano elemental. Los trabajadores pueden ser discriminados por distintos motivos incluso por su sexo; en el caso de las mujeres, la discriminación se manifiesta particularmente en la remuneración.

La OIT afirma además que “sólo promoviendo la igualdad de remuneración se podrá resolver la situación”.

Los últimos análisis de la OIT indican que en los últimos años los ingresos de las mujeres son en promedio un 77% de lo que devengan los hombres, por lo que estiman que “Si la brecha continúa cerrándose al ritmo actual, no será sino hasta el año cuando 2086 cuando se logre la igualdad de remuneración en el mundo”.

Debemos poner fin la desigualdad salarial
Según la OIT, si se logra acabar con la desigualdad salarial se lograría aumentar la independencia económica de la mujer y mejorar su condición y poder de decisión en el hogar y en la comunidad al tiempo que reduce el riesgo de las mujeres y de sus familias de seguir en la pobreza o caer en ella.

Sostienen que la igualdad salarial asegura un nivel de vida adecuado para las mujeres tras la jubilación; se reduce el riesgo de las familias de tener que recurrir al trabajo infantil o de verse atrapadas en trabajo forzosos; propicia más inversiones en servicios de atención y salud públicos y privados para los niños y ancianos y aumentaría la capacidad de las empresas y contribuye al desarrollo nacional.