Cuando acuden individualmente, llegan con una situación de incomodidad constante por pensamientos que no pueden salir de sus mentes; estos relacionados con el miedo de que sus parejas decidan abandonar la relación por otra persona que se supone tiene atributos más atractivos que los propios. A veces, los celos se presentan atados a una situación de infidelidad del pasado, pero no siempre es así. Muchas veces la persona sabe que es un conflicto individual producto de una inseguridad con la que ha crecido y que nunca ha trabajado.

 
Ahora bien, cuando los celos llegan al consultorio en una terapia de pareja, la situación es más compleja porque, entonces, esos celos no sólo han afectado a quien los siente sino a su pareja. Evidentemente, cuanto antes se trabajen estos conflictos individuales, menos consecuencias traerán. Y hoy quiero dejarles 3 ideas importantes para entender los celos:

(1) No es lo mismo tener celos que el desarrollo de una celopatía. Muchas veces escucho a pacientes autodenominarse “celópatas”. En el primero de los casos, la persona sabe que es posible que haya una amenaza que le arrebate el amor de su pareja, pero que también es posible que no exista tal amenaza. En el segundo caso, sin prueba alguna, la persona tiene la certeza de que hay una tercera persona en la relación y vive en constante tormento intentando comprobar sin éxito la infidelidad. Como pueden imaginarse, el primer caso tiene mucho mejor pronóstico que el segundo.

(2) Las personas que experimentan celos consiguen lo opuesto a lo que buscan. Desean proteger la relación de tentaciones que puedan llevarles a la ruptura o traición, pero mediante su constante persecución y la asfixia emocional, logran el efecto contrario: alejar a su amor. Tener que dar constantes detalles y que tus respuestas sean puestas en duda ¡es agotador!

(3) Los celos no son una forma sana de expresar amor, y si alguien no manifiesta celos, no significa que no te ame. De hecho, si lo analizan a profundidad, si mi pareja piensa que soy capaz de traicionarle, en lugar de sentirme halagada, podría sentirme ofendida porque no confía en mi compromiso y autocontrol. Así que no se dejen confundir con frases insanas que se ponen de moda. El amor sano tiene muchas maneras de expresarse y los celos no son una de ellas.

 
Si este tema te mueve, tal vez formes parte del grandísimo grupo de personas que cree que sus parejas no les están siendo infieles, pero que no pueden quitarse ese miedo de la mente, es decir, sabes que es tu responsabilidad trabajarlo. El espacio terapéutico te permite darle un lugar a ese sentir, analizarlo en un ambiente sin juicios y comprender su origen. Generalmente, cuando la persona se propone a trabajarlos en terapia, la mejoría es muy buena. Eso sí, el problema surge cuando la persona espera que los celos se los quite su pareja mediante la desconexión con esas personas que considera amenazas, porque, finalmente, seguirán apareciendo personas que se sentirán como amenazas y no podrás mantener a tu pareja en una burbuja sin interacción social.

Clínica de la Pareja: @clinipareja www.clinipareja.com