Rocío Higuera “Todo inicio es retador”
Dedicada ahora al mundo de la moda se prepara para presentar una colección con el ADN de “Le Mot”, su nueva manera de comunicarse

ESTAMPAS

25/03/2022 06:00 pm



Eduardo Andrés Muria M


Un brillante crecimiento en su carrera avivó la teoría de que Rocío Higuera se convertiría en la periodista referente de la farándula en Venezuela. Todo lo anterior respaldado en sus oportunidades de destacar como ancla de noticias y reportera de emblemáticas coberturas periodísticas en la industria del entretenimiento o presentadora de sus propios espacios en la televisión nacional.

La repentina decisión de retirarse de la pantalla chica generó controversias y al mismo tiempo su vida dejó de estar En Íntimo. Al realizar una retrospectiva ella asegura que aprendió a vivir en paz, abriéndose camino, pero ahora desde otra perspectiva.

-La dinámica de ejercer el periodismo es amplia ¿Qué la motivó finalmente a dedicarse al mundo del entretenimiento?
-Llegué al Periodismo de Espectáculos por causalidad, aunque sin proponérmelo. Cuando estudié en la universidad hace varios años atrás en realidad quería dedicarme a Impresos porque me encanta escribir, pero conseguí muy temprano una pasantía en Unión Radio, estaba apenas en el tercer semestre y luego entré a Globovisión. Entonces, el hecho de estar allí despertó en mí una pasión inevitable por el Periodismo Audiovisual, tras un año en Globovisión donde fui operadora de VTR, hice teleprónter, entre otros tantos oficios, surgió una vacante para ser productora del Departamento de Arte y Espectáculos y por supuesto que la acepté y la agradezco todavía hoy.

Allí fue donde me enamoré de esta fuente que en ocasiones es injustamente menospreciada, tildada de una fuente menor, pero trabajando en ella, me he dado cuenta que implica el mismo compromiso, criterio y la misma preparación que cualquier otra. Espectáculos es una fuente tan imprescindible como todas las demás, porque la vida no puede ser solamente noticias difíciles. Hace falta forjar treguas con la realidad, con la cotidianidad, celebrar el arte, la cultura, la magia del talento de los seres humanos. Esta fuente es un bálsamo para el día a día, siempre que sea llevada por un periodista con ética, para mi es más que un cuchicheo o periodismo rosa, es hacer de los seres humanos y sus virtudes, una noticia. Al final es tan justo como necesario saber que en el mundo ocurren cosas espectaculares.


"Espectáculos es una fuente tan imprescindible como todas las demás"

-La carrera de Periodismo y su función tienden a desvirtuarse. Hay quienes la asumen desde la perspectiva de la fama y exposición que brindan los medios ¿Cuál es su opinión al respecto?
-Creo que eso sucede en todas las carreras. Algunas veces, los seres humanos y su necesidad de ser notorios, los lleva por los caminos que en realidad no son los suyos, pero es allí cuando los auténticos profesionales, quienes responden a una inquietud verdadera por hacer lo que saben hacer, tienen la tarea de marcar la diferencia. Algo que aprendí muy a tiempo del Periodismo, es que el periodista nunca es la noticia. Nosotros solo somos narradores. Tristemente esos valores se han perdido en el camino. Quizá, porque mantener el ego aterrizado es un reto muy grande cuando tienes muchas miradas puestas sobre ti o cuando tienes una carrera pública. Entonces pasa aquello que empieza a importar más cómo me veo, qué tengo puesto o cómo me maquillé, qué cómo hablo, qué tengo que decir o cuánto me preparé. Allí es cuando la vanidad y el ego ganan la pelea y si no tienes unos valores muy claros, pasas a engrosar el amplísimo porcentaje de personas que, teniendo una plataforma para comunicar, tristemente la desaprovechan.

Y prosigue: “Pienso que también es tiempo de rescatar los verdaderos criterios y valores de esta profesión, para dignificar el oficio de comunicar. Sobre todo ahora, en tiempos donde todo aquel que tiene un teléfono inteligente y una red social, quiere hacer uso de su voz y nosotros los que hemos estudiado para ello y los que tenemos escuela, tendríamos el deber de dar el ejemplo y enseñar al resto cómo se hace. Por ahora, creo que hay mucho que corregir, pero es la vocación y convicción lo que hace la diferencia”.

"Algo que aprendí muy a tiempo del periodismo es que el periodista nunca es la noticia" 

-Por estos días se habla mucho del empoderamiento femenino ¿Cuál es su concepto propio y su papel en la sociedad?
-Parece que hoy llamamos “Empoderamiento” a lo que otrora fuera feminismo. Creo que han sido movimientos necesarios para romper algunos prejuicios y ya decía Einstein que “Desintegrar un átomo es aún más fácil que destruir un prejuicio”. He leído mucho sobre el feminismo, nadie que no revise la historia podría entenderlo. Hay que ver de dónde venimos y cómo era el mundo décadas atrás para comprender, lo muy cuesta arriba que ha sido la lucha de la mujer. Venimos de tiempos en los que pensar y discernir era un privilegio solamente para los hombres. Imagínense, qué pérdida para la humanidad y no lo digo desde el ego. Por suerte las cosas han cambiado y creo que las mujeres tenemos un increíble aporte que hacer. Nuestra voz es valiosa, nuestra sensibilidad y manera de ver la vida aporta valores importantísimos para la evolución humana. Enhorabuena por el empoderamiento, no solo de la mujer, sino de los seres humanos capaces, de los que se exigen diariamente y de los que van por más.

- “Le Mot”  le permitió reinventarse en una nueva faceta ¿Qué tan complejo fue comenzar en el mundo de la moda?
-Todo inicio es retador. Mucho más cuando incursionas en un mundo que es nuevo para ti y en el que tienes tanto que aprender, pero además de un reto “Le Mot” ha sido para mí una extraordinaria aventura, porque he podido a través de este espacio, redescubrir una manera de comunicar, expresarme y ayudar a otros a hacerlo, esta vez, a través de la ropa y su capacidad de hablar de quienes la llevamos puesta. La ropa es una carta de presentación que usamos a veces sin darnos cuenta, pero cuando elegimos una pieza, cualquiera que sea, es porque nos identificamos con ella y allí ya comienza a formarse ese discurso no verbal que va contando quienes somos ante el mundo, por eso el trabajo de los diseñadores es tan importante y se basa en la empatía, en poder interpretar las inquietudes de otro y convertirla en ropa.

Considera que la ropa es una carta de presentación 

Fue difícil el inicio, pero lo más cuesta arriba cuando emprendes es mantenerte en el tiempo. Lo más retador es permanecer, especialmente, en mi caso porque cuando comenzamos con “Le Mot”, existían muy pocas propuestas similares en Venezuela, pero durante la pandemia, paradójicamente y para bien, surgieron muchísimos emprendimientos y algunos de ellos dedicados a la ropa. Entonces siempre he creído que hay lugar para todos, pero no te voy a negar que esa posibilidad de que la mujer encuentre tantas propuestas y tenga para elegir hace que el compromiso por ser extraordinario se redoble. Todo eso yo lo celebro porque ese es el país que me gusta, en el que exista una sana competencia.

“Ser empresaria es una faceta retadora. No me da chance de vivir mirando el retrovisor, de quejarme por lo que dejé atrás. Me obliga a ver hacia adelante. Claro que tengo asignaturas pendientes, crecer con mi tienda, traer a Venezuela una propuesta para hombres de altura, seguir absorbiendo marcas que hagan honor a lo mejor del diseño hispano y abrir tiendas por todo el país”.

-Buena parte de su carrera usted la dedicó a la televisión ¿Cómo ha manejado todo el tiempo lejos de la dinámica de estar frente a las cámaras?
-“Le Mot” ha llenado tanto mi vida de cosas positivas y me tiene tan ocupada que sinceramente no hay mucho tiempo para extrañar nada. La tele fue una etapa maravillosa que me dejó muchas herramientas y demasiadas satisfacciones, pero desde que estoy dedicada a esta marca no añoro nada del pasado. Amo entrevistar y amo mi profesión, pero con “Le Mot”, siento que encontré una nueva forma de comunicar ahora desde la moda y la ropa. Estoy enfocada por completo a ello y creo que el tiempo y la vida dan para todo. Si ese reencuentro con la televisión es inminente y tiene que ocurrir, pasará y si no es así, todavía tenemos demasiadas excusas para hacer lo que sabemos hacer y amamos hacer.

-¿Cómo afrontó la crítica y la polémica una vez que decidió apartarse de la televisión, sumado a eso, todas las especulaciones y versiones que se generaron?
-Siendo periodista siempre pensé que sería una narradora de la noticia. En realidad, nunca pensé que sería y tampoco pretendí ser yo la noticia, pero al final, el público decide y tras haber hecho una carrera pública también me tocó afrontar la crítica. Hoy que puedo verlo en perspectiva, creo que fue uno de los momentos de mayor aprendizaje de mi vida. No solo de vida profesional, sino también personal. Aprendí que en este juego de ser “figura pública”, aunque no me gusta mucho decirlo porque no me siento así, me siento una ciudadana más, gracias a esas plataformas en las que trabajé, muchos creen conocerte y quizá llegan a conocer una parte de ti, pero siempre habrá otra parte que es invisible a los ojos de quienes solamente te ven a través de una pantalla. Conocer a una persona implica mucho más, conocerla en íntimo, desde su esencia. Entonces en esa parte invisible, se tejen juicios, dudas, opiniones que hay que aprender a aceptarlas porque son parte del juego.

“Aprendí que hay que dejar que los opinadores opinen, que los chismosos cotilleen y que los jueces juzguen, al final el único valor que tienen esos comentarios negativos es el que uno mismo les da. Uno no puede cerrar los ojos ante la crítica, porque los ojos no ven para adentro y a veces necesitamos unos ojos que desde afuera nos ayuden a mirar lo que estamos haciendo bien o mal. Pero pienso que tampoco podemos vivir con la obsesión de querer complacer a todo el mundo, sería inútil los intentos o esfuerzos. En sano equilibrio, aprender a tomar lo que nos sirve, descartar lo que nos sobra, es una buena manera de vivir la vida, eso creo yo”, agrega.


Desarrollo en la actualidad una línea de ropa, absorbiendo también a nuevos talentos 

-¿Qué la mantiene anclada a Venezuela, incluso después de anunciar su salida de Globovisión?
Me mantiene en el país, el amor que siento por Venezuela, la convicción de que toda crisis es temporal. Las miles de oportunidades que le debo y que sigo encontrando en él. El voto de confianza y el apoyo que me da mi gente. La calidez de un gentilicio que a donde quiera que llegas te trata con amor, con cordialidad y fraternidad.

Yo probé suerte un tiempo en otro país, eso me hizo valorar doblemente lo que tengo en casa. Sin ánimos de juzgar a quienes eligen otro camino, emigrar no es fácil. Pero, en mi caso, aquí está mi papá, mi familia y algunos de mis mejores afectos… Aquí las guacamayas nos adornan el cielo caraqueño todas las tardes y en temporada de mangos, basta buscar sal, adobo y limón para llenarse la vida del sabor más sabroso. De pronto uno no lo valora tanto porque forma parte de la cotidianidad, pero cuando te encuentras afuera y ves todo eso en redes sociales, comienzas a extrañarlo. Aquí están las playas de Margarita con la magia de María Guevara, las ostras más deliciosas del mundo (que en otro lugar no saben igual). Los paisajes más impresionantes, y un cielo cálido todos los meses. ¿Quién querría irse de un país donde Dios hizo el salto de agua más grande del mundo? Que da vértigo, alegría, a la vez susto y gratitud mirarlo. ¿Quién querría abandonar un país donde el vecino te dice “hermano”, el mesonero te dice “jefe”, el desconocido te dice “amigo”? Yo lo intenté, intenté dejar ese país. Pero cuando estaba metida en una cola en plena hora pico, no era mi Ávila lo que estaba viendo. Yo no quiero perderme de estas cosas. Con suerte, seguiré viajando. Tal vez me convierta en una ciudadana del mundo, pero tengo claro que lo que no puedo es volver a nacer. Yo me muero siendo orgullosamente venezolana. Y mientras pueda, defenderé mi terruño. Pero, además de defenderlo, pienso disfrutarme su inmensa generosidad.

“Es muy mezquino creer que Venezuela se reduce a sus circunstancias. Venezuela es más que un momento histórico, es más que un momento político y es más que problemas y quejas. Venezuela es lo más grande que tengo en la vida y estaré en las buenas y en las malas”.



-¿Tiene algún nuevo proyecto por ejecutar?
- Mis proyectos actualmente están muy vinculados a “Le Mot”. Pretendo seguir creciendo si Dios lo permite y si la vida me permite. Espero en un futuro cercano estar en muchas ciudades de mi país, porque antes de imaginarme en otros países del mundo quiero crecer en casa. Ahora mismo estamos desarrollando una línea de ropa, ya no solamente una curaduría de propuestas que ha sido maravilloso poder hacerlo, pero en adelante queremos también presentarles una colección propia que rinda honor al ADN de la marca, todo hecho bajo muy estrictos estándares de calidad, porque soy una obsesiva con ello. Además, estamos absorbiendo nuevos diseñadores que sé que van a hacer honor al buen gusto de la venezolana. Y no solamente eso, también del venezolano, porque viene una colección más completa para los hombres. Coqueteamos un poco con la idea probando suerte con una pequeña cápsula, pero de a poco vamos a ir dando forma a este proyecto también para vestir al venezolano. Por otro lado, tengo el proyecto de un espacio multimedia en el cual vamos a compartir un poquito de todo. Esta vez más enfocada a mi faceta de comunicadora, de periodista, tal como ustedes la conocieron. Allí vamos a compartir puntos de vista, información, entrevistas y más. Muy pronto van a saber de qué se trata, porque siempre estoy muy activa a través de mis redes sociales, por allí intento responder tan pronto como puedo, tantos mensajes como puedo, pero siempre recibo el amor, las críticas y los comentarios, sobre todo los constructivos que me animan a ir por más.

Más de Rocío Higuera:
@lemotclothing

Eduardo Andrés Muria M
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Fotografías:
Guillermo Felizola
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Estilismo y Maquillaje:
Daniel Sánchez 
@makeupdanielsanchez

Vestuario:
Le Mot by Rocío Higuera 

Producción audiovisual backstage:
Adolfo Acosta