Coro fue la primera capital de Venezuela y fue fundada el 26 de julio de 1527, día de Santa Ana, por el conquistador español Juan de Ampíes, quien debido a su carácter bondadoso se asentó de una manera armoniosa, pactando la paz con el cacique caquetío Manaure. Esa fraternidad se rompió con la llegada del capitán general Ambrosio Alfínger, que poseía una crueldad memorable que lo llevó a su muerte bajo las flechas, en una de sus expediciones en busca de El Dorado.
Casa colonial de Coro
Lo primero que hay que hacer al llegar a Santa Ana de Coro es recorrer sus maravillosas construcciones coloniales del centro histórico. Recientemente le hicieron un mantenimiento al centro colonial y quedó espectacular; la iglesia y el convento de San Francisco, sencillamente espectaculares, la iglesia y la cruz de San Clemente hecha con el cují que dio sombra a la primera misa en esta cálida tierra, la interesante Catedral de Coro que es la más antigua de tierra firme americana, el balcón de los Arcaya, el museo Arquidiocesano, un tesoro donde se encuentran piezas únicas de nuestro patrimonio religioso, la Casa de la Ventanas de Hierro, el Balcón de Bolívar, el museo Guadalupano, en la casona colonial donde nació Monseñor Talavera, primer obispo venezolano, el cementerio judío más antiguo de Suramérica y las calles empedradas, que tanto evocan la rusticidad bonita de otros tiempos.
A unos minutos de Coro se encuentra el sereno pueblo de La Vela, que posee un pequeño, pero encantador centro colonial. Allí está la Casa de la Aduana, también el sitio donde Miranda enarboló por primera vez nuestra bandera en 1806, y el hermoso santuario de Carrizal. Por estas calles celebran la fiesta de los Locos de La Vela cada 28 de diciembre, día en que la algarabía y el desenfado invaden las almas de los pobladores y visitantes. Es un espectáculo realmente fascinante.
Casa de Coro Cruz de San Clemente, Coro Casa de las Ventanas de Hierro Catedral de Coro
Otra visita que merece el viaje es al parque nacional Los Médanos de Coro, donde usted pasará unas horas tan bien aprovechadas y bellas como las de la infancia, caminará con dificultad por las enormes dunas, tomará unas fotos para el recuerdo, observará a lo lejos los relámpagos de la naturaleza y admirará la belleza de nuestra querida Venezuela. La puesta del sol en los médanos es inolvidable.
No lo piense mucho, en cualquier semana flexible visite a Santa Ana de Coro con su familia, para que sienta cómo comenzó la historia colonial de Venezuela en cada esquina de esta encantadora ciudad.
Iglesia San Francisco y Museo Arquidiocesano
Cementerio judío de Coro
CÓMO LLEGAR:
Por vía terrestre son aproximadamente 453 kilómetros y seis horas de viaje desde Caracas a Coro, por una carretera relativamente buena. Tome la autopista regional del centro hasta Valencia y luego siga hacia Tucacas y Puerto Cumarebo, para finalmente llegar a Coro.
DÓNDE ALOJARSE:
Les recomiendo la posada El Gallo, una casa antigua donde sus dueños Eric y Nela Migliore, reciben desde hace años a los huéspedes como en su casa.
Calle Federación # 26, entre Urdaneta y Miranda. Teléfono: (0268) 252.94.81.
Juan Carlos Yarza, el encargado, es súper amable, todo un conocedor, y además un duro de los deportes extremos. Si quieren saber sobre “sand board” en los médanos, pregúntenle a él. Además, su esposa es guía turística y conoce todas las historias de Coro.