Carlos Fraga “Debemos reconciliarnos con nuestro pasado”
El conferencista explica cómo ha vivido su reinvención, reflexiona acerca de la unión entre venezolanos y de la necesaria revisión de nuestras historias personales

ESTAMPAS

16/04/2021 06:00 pm



José Rafael Rodríguez

Su elocuencia desborda los espacios. Ha sido docente en el área de literatura, comunicador social, galán de telenovelas, presentador de magazines televisivos y hasta de su propia agrupación de gaitas, pero lo que definitivamente consolidó su carrera fue su formación como conferencista, motivador y terapeuta.


Actualmente tiene a través del Circuito Onda su programa radial “Carlos Fraga en Buena Onda” a las 3:00 p.m., que transmite a partir de las 4:00 p.m. por su cuenta instagram personal y por su canal youtube.

Carlos Fraga ha vivido varios procesos de reinvención a través de su ejercicio profesional, por lo que ajustarse a condiciones extremas de pandemia, no ha sido un proceso completamente ajeno.

“Soy veterano de siete guerras en reinvención, porque me ha tocado hacerlo muchas veces. Por ejemplo, 2.002 significó un año de derrumbe de mi vida, tuve que salir del Canal 8 porque se politizó. Además despedirme del Circuito X porque también se politizó del lado de la oposición y me dijeron ‘o entras en política o te tienes que ir’. Liquidé a 22 personas de mi empresa y una liquidación doble, el desastre. Allí me tuve que reinventar, porque pasé 10 años sin presencia en televisión, ya que no me interesaron las ofertas. Entonces, para mí reinventarme no es una tragedia”, explica
 

 
-¿Cómo se dio el acercamiento en Circuito Onda?
-Cuando arrancó la pandemia, comienzo con las transmisiones a través de mis redes sociales, quería dar aliento frente a una atmósfera muy compleja. Me llaman de Circuito Onda, que ha sido mi casa en varias oportunidades y arranco con el programa de radio en junio de 2020, a las 12 del mediodía.
A los tres meses me proponen el espacio completo, de 3:00 pm a 5:00 p.m. en vista de la respuesta del público. ¿Qué hice yo?, disparé mi canal youtube con 40 mil suscriptores y a partir de las 4:00 p.m. abro radio a nivel nacional, youtube e instagram live y así completo alrededor de 45 mil personas conectadas a través de diferentes medios.

-¿Fue muy difícil armar tu propio estudio en casa?
-Cuando me preguntan cómo he durado en esto durante más de 30 años, yo digo que el 50% es responsabilidad de Dios y de la vida, del otro 50 %, el 35 % es por mi equipo. Siempre he tenido un equipo maravilloso, porque conformamos una familia. Entonces activamos varios estudios en mi casa, en la sala, en el comedor, en la terraza, por todos lados hay un cable, un aro de luz, tienes que tener varias computadoras con capacidad para editar y eso ha significado una fuerte inversión económica. Además trabajo más que antes, paso de una silla a otra, pero allí vamos.

Cambiando paradigmas

-Has retomado virtualmente por tu canal youtube, tus emblemáticas “Charlas de los lunes”, encuentros en los que el mayor porcentaje de asistentes eran mujeres, ¿cómo se ha manejado esa proporción respecto al público masculino?
-Es una estadística interesante. Hasta el 2001 la proporción del público era 85 % mujeres y 15 % hombres. Con el trabajo que venimos haciendo, monólogos que abordan temas de interés para ambos sexos, hoy día son 61% mujeres y 39 % hombres.

-Van cambiado los paradigmas…
-Y también uno va envejeciendo y entonces los hombres te dejan de ver como una amenaza. Cuando eres más “pavito”, los hombres sienten como una rivalidad, “tú eres de alguna manera el que mi mujer prefiere”, entonces se genera una suerte de rivalidad, pero cuando vas creciendo ya no eres tanta competencia. El hombre también ha evolucionado, cambia pañales, se interesa en temas que antes no y no se queda en el Cromagnon aquél.

-Pero los motivadores tienen como un halo de seducción sobre las mujeres, ¿alguna de tus seguidoras se enamoró de ti?
-Sí, hasta se te aparecen en tu casa. Una vez tuve que sacar a una de mi casa con la policía. Le hablé y me dijo: “no me muevo de aquí, porque tengo un hijo tuyo”. Pero ha sido sólo ese caso, era como un fantasma que se me aparecía en todas partes. Pero efectivamente, siempre existe como un enamoramiento, el cual te juro que no alimento, pero sí sucede.

-La salud es ahora lo más anhelado, tanto la salud física, como la salud mental y la tranquilidad espiritual, ¿qué recomendación ofrecerías para alcanzar el anhelado bienestar?
-La respiración activa un nivel bioquímico en el cuerpo, que para muchos es desconocido. Todos estamos sustentados por una fuerza, una energía y esa energía tú tienes que empezar a descubrirla en ti. Hay un ejercicio muy sencillo que se puede hacer durante cinco minutos diarios, que es sentarte, sentirte y respirar. Y yo sugiero que sea durante 21 días consecutivos, porque es lo que tarda un hábito en anclarse y así encontrar reductos con nosotros mismos. Y si tienes la posibilidad de contemplar la naturaleza, sin otra cosa que lo que emana en ti, mucho mejor. De igual manera debes evaluar lo que consumes, no solo los alimentos, sino lo que observas, lo que escuchas, ve sacando esas energías tóxicas, limpia tu vida y luego controla lo que comes y lo que bebes.


Si hablamos de bienestar debemos aprender a reconciliar la vida

Dos señoras en la sala de tu casa

-Cuando se inició la pandemia interpelaste a tus interlocutores con la interrogante: ‘¿qué van a hacer ahora que la muerte se sentó en la sala de tu casa?, ¿crees que fue una reflexión muy frontal?
- La muerte es un problema cultural. Cuando hubo el grito de la vida ya la muerte se instaló, pero con una cultura que no la quiere ver, le da la espalda, se asusta y la niega. Pero es importante enfrentarla, porque existe, va a existir y además quien logra ver la muerte, privilegia la vida. Cuando ves el caso de Anna Vacarella o Yordano, personalidades que han visto la muerte cercana y ves cómo están conectados con la vida, te das cuenta lo que genera la muerte, al enfrentarla lo que se agranda es la vida. A mí se me acaban de morir dos amigos muy importantes la semana pasada. Se los llevó el Covid y hablaba con amigos comunes y les decía: “esto me enseña que tengo que estar más cerca de ustedes”. Entonces la muerte te da una nueva oleada de energía para decirte “soy un privilegiado, estoy en la vida”. El virus no sólo nos trajo la muerte y se sentó en la sala, sino que vino con una amiga de ella que es la incertidumbre, entonces esas dos señoras se sentaron en la sala, para ver qué vas a hacer con ellas…

- ¿Cuáles han sido esos momentos memorables de tu carrera, en los cuales dijiste que valió la pena todo el esfuerzo?
-Cuando alguien se me acercó por primera vez y me dijo: “tú salvaste a mi familia, hemos cambiado completamente la manera de vernos”. Eso fue en 1.998, me lo comentó alguien del Canal 8 y me fui a mi camerino a llorar, porque siempre le pido a Dios que hable a través de mí y corroboré que lo hacía.
La segunda vez fue en 2.002, cuando se me cayó la vida en pedazos, esa misma semana que me fui del Circuito X y del Canal 8, se le quemó el apartamento a mi Mamá y tuve que llevarla conmigo durante dos años. En ese momento supe que yo podía estar en pie y creando, porque había roto esquemas.
Y el tercer momento cuando me paré en el Aula Magna de la U.C.V., nunca había estado allí, había estado en el Poliedro dos veces, pero me faltaba el Aula Magna. Cuando me convocaron al Aula Magna me asusté y no por el número de gente, sino por lo que significa el recinto. Cuando entré, no solo que estaba lleno, sino que se devolvieron 15 mil personas, eso era un caos absoluto en la Universidad y dije hay que arrodillarse frente a la vida y decirle mil gracias, porque mi palabra durante 30 años, me estaba mostrando que había tenido sentido.

-¿Cómo has enfrentado tus propios desafíos cuando las cosas no se dan como deseas, como cuando salió del aire tu programa de Televen y ese mismo día cerraron Mágica Fm?. ¿A qué te aferras cuando le toca vivir tiempos difíciles?
- Ese momento del 2017 fue ratificar que había que hacer un profundo duelo, no yo solo, sino todo mi equipo, porque de alguna manera estábamos en la cresta de la ola y de repente nos desaparecimos y no sabíamos dónde estábamos.

-¿Te tocó ser el terapeuta de tu equipo, pese a que tú también vivías un duelo?
-Siempre, pero eso me ayuda. Sabes que hay una Ley, que se llama 80 /10 /10 y señala que de 100 personas ante cualquier suceso, siempre van a estar 80 personas aterradas, paralizadas y esperando que le den instrucciones, 10 que tomarán iniciativas para ayudar a todos y 10 le parecerá que todo es malo. Entonces la labor que uno tiene que hacer, desde ese 10, es tratar de unir cada vez más parte de ese 80.



-¿Cómo recuerdas esa faceta como actor y presentador de magazines de televisión, como el que animaste junto a Neyla Moronta en RCTV?
-Son recuerdos maravillosos, pero sobre todo los de la animación. Las novelas me dejaron también recuerdos muy lindos, pero para mí las novelas, -por mi temperamento-, siempre fueron muy duras, porque eran una constante angustia, ¿tu personaje se quedará?, ¿morirá?, ¿lo estás haciendo bien o mal?, era un permanente estado de zozobra. En cambio la animación era riquísimo, era como dar clases, lo que yo hago, además trabajar con Neyla Moronta fue genial, ella es un ángel.

-Si te encargan diseñar un mapa del tesoro para Venezuela, ¿por dónde iría la ruta para alcanzar la prosperidad anhelada?
-Buscaría la palabra fundamental que es unión y tiene que ver con re-activar una serie de cosas que hemos pisoteado todos, los que nos sentimos victimarios y los que nos sentimos víctimas, producto de la desunión. Los venezolanos que no comparten tu criterio también forman parte de Venezuela y por eso la palabra clave es la capacidad de unirnos, encontrar rutas y caminos. Para eso hay que utilizar el perdón y la empatía, elementos que nos van a dar camino a la prosperidad, porque de otra manera nos vamos a quedar nadando en el fango.

-Finalmente, ¿qué otro elemento debemos considerar para alcanzar el bienestar en estos momentos de tanta convulsión?
-Si hablamos de bienestar debemos aprender a reconciliar la vida. Si yo te pregunto tu vida, tú me vas a contar historias… Una de las cosas que debemos hacer para aprovechar estos tiempos de gran estremecimiento, es tratar de reconciliar nuestras historias. “Re” = volver, “conciliar” = corazón, pasar por el corazón de nuevo nuestras historias.
¿Para qué?, para que algún día las volvamos a ver en paz. Tus historias personales, tus historias donde te dejaron, las historias donde perdiste, las historias donde te pasó cualquier cosa, hay que volver a reconstruirlas. Pero ahora con una visión distinta, con una mirada distinta, para que de verdad la vida no se conmocione cada vez que voltees atrás o cada vez que mires hacia adelante.

-Por eso es que es tan importante mirar hacia el pasado y realizar esas revisiones, allí están los aciertos y los errores…
-La mirada que tuviste de esos hechos, hoy día es una mirada que ya no tienes, entonces vuelve a verlos y trata de encontrarle las vetas de oro…Todo fango tiene vetas de oro y evidentemente cuando estás dentro del fango no las puedes ver, pero cuando has salido del fango hay oportunidad de ver las vetas de oro. Es decir, qué te enseñó eso, qué te registró eso, qué nuevo ser salió de ese fango. Eso es lo que hace que redimensionemos el pasado y podamos tener una historia que nos dignifique con la cual podamos seguir adelante.

Gaitero de corazón

-En tus tiempos de liceísta participaste en grupos de gaita, ¿siempre te gustó la música?
- Siempre la música ha sido mi bastón y mi bastión. En algún momento muchachos jóvenes hicimos un grupo de gaitas, con unas muchachas que de alguna manera eran novias y amigas y armamos un grupo de gaita, pero no podíamos cobrar porque éramos un “gentío”. Lo que hacíamos era disfrutar de las fiestas, ir y cantábamos algo. Yo tocaba charrasca y presentaba el grupo. Fíjate que era el que presentaba al grupo, animaba. Era algo muy divertido y eso me dio la oportunidad de conocer a los gaiteros en Hawaii Kai y de alguna manera hacíamos algo muy rico que se recordaba mucho en diciembre, pero no era nada profesional, ni nada por el estilo.

-¿Qué géneros forman parte de tu soundtrack personal?
-Tengo un gusto muy amplio en mi selección musical, tiene que ver con mi estado de ánimo. Tengo una pasión especial con la gaita, pongo una gaita y se me "aguan" los ojos y eso que no tengo familia maracucha, tengo es una unión con esa tierra que va más allá de lo explicable. Pero apartando eso, consumo mucho pop en inglés, pop italiano, pop en español. El rock no me disgusta, pero tengo que estar muy en modo rock. El jazz, el Big Band me agranda la vida. Si me preguntas cuál es la música que más me acompaña, me acompaña muchísimo el jazz.


“Soy veterano de siete guerras en reinvención, porque me ha tocado hacerlo muchas veces”

CALEIDOSCOPIO CON FRAGA

-Una película
“El pianista” (Roman Polanski).

-Un director de cine
 Roman Polanski

-Una canción de amor
“Me va a extrañar” (Ricardo Montaner).

-Una canción bailable
 “Para darte mi vida” (Milly Quezada y Elvis Crespo).

-Un cantante
 Charles Aznavour.

-Un libro
“El cuarteto de Alejandría” (Lawrence Durrell).

-Un escritor
Thomas Moore.

-Una comiquita
El Correcaminos.

-Una telenovela:
 Las Amazonas.

-Un programa de televisión
Primer Plano

-Tu inspiración
Wayne Dyer.

-Un líder
Nelson Mandela.

-Un personaje histórico
Francisco de Miranda

-Una mascota
“Zeus”, mi primer perro.

-Un animal del Safari
El elefante

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Fotografías:
Liliana Martínez
Carlos Márquez