El Sanjuanote en San Juan de los MorrosEn San Juan fuimos al hotel “Aguas Termales”, que si bien no es el original a donde venía el General Gómez para calmar sus achaques de la edad, sus aguas siguen igual de curativas que en esos años y el lugar es tan tranquilo como en ese entonces.
Además, la construcción del viejo hotel gomero todavía se ve claramente en la entrada del nuevo hotel. Al salir de allí nos acercamos al monumento natural “Morros de San Juan”. Llegamos por un camino muy poco señalado al pie del impresionante morro mayor que deseábamos subir, pero la hora nos lo impidió. Hay unas escaleras precarias que permiten subir hasta la punta del morro, donde hay un faro señalizador. San Juan de los Morros es una ciudad muy interesante que bien vale la pena conocer.
Iglesia de GuardatinajasDesde la capital de Guárico seguimos la carretera hacia el sur, buscando Parapara de Ortiz. En media hora llegamos y entramos en el pueblo para visitar su bella iglesia. Parece salida de un cuento antiguo. Por allí nació Joaquín Crespo y su esposa misia Jacinta, quienes tanto dieron que hablar durante años de nuestra historia republicana. La construcción del Palacio de Miraflores la inició misia Jacinta.
Seguimos hacia Ortiz, fascinados con el recuerdo de la novela de Miguel Otero Silva y de su heroína Carmen Rosa. Nos imaginábamos a Sebastián recorriendo a caballo el camino de Parapara a Ortiz todos los domingos, para ver a su amada Carmen Rosa en la misa. La iglesia de Ortiz es realmente una maravilla que merece mil veces la visita. Con sus paredes de ladrillos rojos desnudos y sus cúpulas bien plateadas, representa una de las muestras más interesantes de la arquitectura colonial venezolana, que está bien descrita en el libro de Graziano Gasparini sobre iglesias de Venezuela.
Iglesia en Calabozo
Monumento La Puerta - San Juan de los Morros
Detrás de la iglesia, al final de la manga de coleo, se encuentran las ruinas del antiguo cementerio de Ortiz. Este cementerio es interesantísimo y recuerda un pasaje de la novela “Casas Muertas”, en el que aparece el personaje de Martica llorando porque le mostraron una calavera entre sus tumbas. Pues ya no hay calaveras y de las lápidas sólo queda una, pero el cementerio conserva intacto todo su misterio y color, como para asombrar a los turistas curiosos que se aventuran por estas llanuras.
Luego continuamos nuestro camino hacia Calabozo, que sigue siendo una de las ciudades más impactantes del llano. Para entrar hay que pasar por el Embalse del Guárico, construido como un sistema de riego en la época de Pérez Jiménez. El embalse ofrece a los viajeros un paisaje único con un lago artificial gigante en medio del llano. Son varios kilómetros antes de la llegada a Calabozo, en los cuales uno aprecia de un lado la enorme masa de agua hasta donde la vista lo permite y del otro las llanuras interminables del estado Guárico.
Paso de ganado hacia Guardatinajas
El centro histórico de Calabozo se conserva mejor que el de muchas otras ciudades llaneras. Se ve que aquí hubo mucho comercio e historia. Sus plazas son espectaculares, las iglesias y las fachadas coloniales de sus casas con ventanas enormes son preciosas, y en cada esquina se respiran esas leyendas que guardan sus aires ardientes. Cerca de la Plaza Bolívar tenía José Tomás Boves una pulpería, desde donde salió a mostrar su crueldad contra los patriotas en la Guerra de la Independencia venezolana. Calabozo fue capital del estado Guárico muchos años. No sé porque todavía la UNESCO no ha declarado el centro colonial de esta ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, tal y como hicieron en Coro.
Un poco más al sur de Calabozo visitamos el Hato Masaguaral, que es una reserva donde crían al caimán del Orinoco, para luego dejarlos en libertad cuando son un poco más grandes y se pueden defender de los otros animales predadores. Cada año liberan a unos trescientos caimanes en nuestros ríos, evitando así la extinción de este bravo habitante del llano.
Definitivamente venir al llano en Semana Santa es algo que todo venezolano debería hacer por lo menos una vez en su vida. Si usted todavía no lo ha hecho, anímese ahora que es un buen momento para conocer lo más profundo de nuestras costumbres.
La iglesia Ortiz es una de las infraestructuras mejor conservadas
Cómo llegarPor la autopista regional del centro hasta la encrucijada de Cagua, luego toma la vía de Villa de Cura, San Juan de Los Morros, Parapara, Ortiz, Dos Caminos y desde allí sigue hacia Calabozo y San Fernando de Apure, o se desvía hacia El Sombrero, Las Mercedes y Valle de La Pascua.
Dónde alojarse:
El hotel Plaza Real en Calabozo es una excelente opción de alojamiento en el llano. Habitaciones muy cómodas, áreas comunes adecuadas, servicio correcto, un restaurante muy agradable llamado Mastranto, y un área de piscina indispensable para el calor del llano. Teléfono: (0246) 872.30.44
Las toninas saltan en el río Portuguesa. Fotografía Sorelia FrancoSi le gustan las posadas y vivir las faenas llaneras de cerca, entonces tiene que ir al Hato Las Caretas en Camaguán, al sur de Calabozo en la vía a San Fernando de Apure. El alojamiento allí es tan bueno que pertenece al Circuito de la Excelencia, asociación que reúne a las mejores posadas de Venezuela. Tienen hasta un Museo Casa de la Memoria del Llano que es muy interesante.
Allí podrá ordeñar vacas, montar a caballo, elaborar queso llanero, observar aves, relajarse en la piscina o pasear hacia el hato Masaguaral para observar la cría del caimán del Orinoco. Teléfono: (0212) 816.44.69
Dónde comer:El mejor restaurante de Calabozo se llama “Sonjas ristorante”, y queda en Club Social Italiano, en plena vía hacia San Fernando de Apure. Como entrada el antipasto es de primera, las ensaladas todas frescas y deliciosas, el carpaccio de salmón espectacular y la focaccia rellena con queso crema y jamón serrano es de muerte lenta. Como plato principal los raviolis de auyama son buenísimos, la milanesa de lomito a la parmesana mejor que en Italia, y los ñoquis en salsa Boloña parecen de mentira por lo buenos que son. También sirven unas pizzas vegetarianas extraordinarias, y unas mediterráneas fabulosas.
El Museo La Puerta testigo de luchas independentistas
Para un desayuno típico llanero lo mejor es “El sabor criollo”, en la misma carretera hacia San Fernando. Las cachapas son fabulosas y el desayuno criollo con arepas, carne mechada, queso, huevos y caraotas es casi un almuerzo. Ideal para comenzar un día de faenas llaneras.
Un lugar informal y muy agradable es el Tío Pepe, en el centro comercial Climar ubicado en la misma carretera a San Fernando, pero en dirección hacia Caracas. Hamburguesas, pizzas, helados en un ambiente relajado.
Cuando esté en una de esas excursiones llaneras pruebe las tradicionales quesadillas de Corozopando, en la carretera hacia San Fernando de Apure, que son una delicia. Un poco más al sur compre el casabe y la naiboa en el caserío La Negra, en plena carretera.
No olvide:Llevar ropa fresca y manga larga, un traje de baño para los ríos, pozos y piscinas que abundan en el llano. Visitar el Museo de la Ciudad en Calabozo. Mucho protector solar. Además, lleve una linterna y un sombrero bueno. Botas para caminar y sandalias sólo para bañarse en el río, porque de resto no le servirán en el llano.
(*) Álvaro Montenegro en Redes Sociales: Correo: amontenegro@eluniversal.com / alvaromont@gmail.com
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