Son muchas las circunstancias que impulsan a emigrar y a buscar nuevos horizontes en otro país. Para un artista la palabra “reinventarse” puede sonar en algunos casos incómoda, porque puede significar dejar a un lado años de experticia y conocimiento de un oficio que le apasiona.

La modelo y actriz venezolana Solange Contreras, -quien se alzó con la corona del Miss Bikini Internacional en 1982-, después de desarrollar en Caracas una pujante carrera en el mundo del modelaje, decidió radicarse en Estados Unidos desde hace más de 25 años.

Solange ha explorado otras áreas de la belleza y hoy día es una experta en moda, estilo de vida y maquillaje. Desde su cuenta Instagram @solangelifestyle anuncia el lanzamiento de su propia línea de maquillaje, productos anti-edad que permiten mantener la lozanía de la piel.

“Este proyecto es un sueño que tenía desde hace muchos años y hoy día es una realidad. Se trata de una línea de maquillaje innovadora y con estándares de calidad altos. Está fabricada en base a productos naturales y es muy accesible.

-¿Qué productos abarca esta línea?
-La línea incluye el ‘primer’ que es una crema que acondiciona la piel para recibir el maquillaje, te reduce ópticamente el tamaño de los poros y es a base de ácido hialurónico. Adicionalmente ofrezco labiales de larga duración o `long lasting’ que te hidratan e impiden esa sensación desagradable de peeling. Además, se incluyen los polvos compactos en tres presentaciones.

- ¿Tus productos van de la mano de un concepto de belleza integral?
-Efectivamente, mis productos tienen toda mi energía. Mi marca representa un estilo de vida en el cual salud, bienestar, buen gusto y elegancia van de la mano. Alterno ejercicios con buena alimentación, cuidado de la piel y mi pasión por el maquillaje

Vivir el desarraigo
- Te fuiste de Venezuela a los Estados Unidos hace 25 años, cuando en nuestro país aún existían posibilidades. Afortunadamente tú sigues vinculada al mundo de la belleza, ¿cómo viviste el desarraigo?
- Llegué a este país con una mezcla de sentimientos. Dejé a Venezuela, mi familia, mis comidas, mis subidas al Ávila, mi música, mis merengues, mis gaitas y mi Navidad. Yo entraba a una pastelería o algún local del CCCT y alguien me preguntaba: “¿Eres la que trabaja en ‘Bienvenidos’ con Miguel Ángel Landa?, ¿tú eres la de la propaganda de Wrangler?, ¿trabajaste en la novela con Guillermo Dávila?”. Era rico sentir aquella cercanía de mi gente en Venezuela y eso me estimulaba a hacer más cosas. Me vine con la idea de estar aquí dos años y luego regresar, pero me fui quedando. Decidí tener un hogar, me tocó la etapa de ser mamá, un hijo representa amor y dedicación. Tuve un hijo varón al cual le di lo mejor de mí, que es tiempo y amor. Me involucré con tiendas que hacían desfiles de moda y con peluquerías de gente amiga. Fui a congresos de belleza y me llamó la atención el cuidado de la piel, el maquillaje y la cosmetología. En Venezuela ya había realizado cursos de maquillaje. Cuando llegué dije: “voy a sacar la licencia de cosmetóloga del estado de la Florida y así lo hice. Soy disciplinada, creo mucho en la prevención, el mantenimiento y siento pasión por la imagen y la moda.

-Eres abogado, fuiste reina de belleza y también actriz, ¿cómo te involucraste en el mundo del espectáculo?
-Estudié Derecho con Nicolás Felizola. Él me motivó a inscribirme en el Miss Bikini Nacional y después fui al Miss Bikini Internacional. Ambos concursos los gané. Trabajé para dos agencias de modelaje en Caracas e hice muchos desfiles de moda para tiendas y diseñadores como Piera Ferrari o Guy Meliet. Para mí era un sueño modelar esos trajes. Trabajé también en “Bienvenidos” con Miguel Ángel Landa y participé en telenovelas, al lado galanes del momento, como Guillermo Dávila. Sigo participando actualmente en desfiles de moda que organiza Nicolás y somos grandes amigos.
Un día a la vez

- ¿Qué consejo le darías a las personas que llegan a otro país, para que puedan alcanzar sus sueños?
-Independiente del área que quieran abordar, la clave es la constancia y la perseverancia. Insistir y empezar de cero, si es necesario, después vas creciendo. Que eviten aceptar un ‘no’ como respuesta. La actitud es muy importante, demostrar en un trabajo que quieres crecer y aprender. Puedes estar triste o decaído, pero de pie. En esta línea de productos de maquillaje, por ejemplo, tuve que dar lo mejor de mí, fue como un bebé, hice muchas investigaciones porque en Estados Unidos hay demasiada competencia y deseo lograr fidelidad con mi marca.

 

-¿Pero también has tenido tus reveses?
-Sí, por supuesto, me he caído, pero me he levantado. Siempre he sentido mucha convicción en lo que quiero alcanzar. Todos nos hemos sentido tristes en un momento o nos hemos deprimido, ¡claro!, pero hay que salir de esa frecuencia. La felicidad son momentos, hay que vivirlos con intensidad y hay que generarlos. Hay algo que reivindico y es “vivir un día a la vez” y hoy en día digo “una hora a la vez”. Hay que disfrutar hasta el trabajo que realizamos.

-La belleza definitivamente viene de adentro. Independiente que un día tengas unos kilitos de más allá o percibas unas arruguitas, debes cuidarte. La edad no se esconde, se luce con dignidad. Todos vamos a envejecer y yo no quiero retroceder. Quiero tener mi edad y dar lo mejor de mí en cada etapa y saber vivir la vida.

La casa como reflejo
-¿Cuál es tu rutina de belleza?
- Creo en la prevención, no sólo en lo físico sino en lo emocional. Cuidar de tus amistades, cuidar tu casa, tu carro, esto debe ser una premisa. Como tienes tu casa y tu entorno, así tienes tus pensamientos. Hay que tener cuidado con este detalle. Es importante tener salud física y emocional, porque las emociones también enferman nuestro cuerpo.

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y yo evito los rayos del Sol. Nunca me acuesto con maquillaje, llegue a la hora que sea, limpio mi cara con crema limpiadora. En la mañana, una crema limpiadora para cutis mixto, luego me aplico un tónico libre de alcohol, para que me devuelva el PH a la piel. Trato de cuidar mucho el área del pecho, del cuello. En los ojos me coloco una crema especial con Vitamina C. Me coloco botox. En la mañana me tonifico, me hidrato, me coloco bloqueador, creo muchísimo en el ácido hialurónico. Tomo colágeno y también ácido hialurónico. Me parece que es importante, porque esto te ayuda a la elasticidad de la piel y aporta volumen a los tejidos.

Con respecto a la alimentación, no como carne desde hace muchísimos años, sino pollo y todo a la plancha. Tomo mucho jugo de naranja y toronja. Evito las frituras, pero cuando me da ansiedad decido por un chocolate oscuro. Me unto vaselina en los pies en las noches y los cubro con medias. Después del baño, mis cremas no me pueden faltar y mientras me baño uso muchos aceites. Tomo batidos de proteínas, estoy muy pendiente de mi control hormonal con mi ginecólogo y hago ejercicio. Los ejercicios te estimulan a comer sano. Todo es cuestión de disciplina y rutina.

Creer en el amor
-¿Toda tu familia está radicada en Miami?, ¿crees aún en el amor?
-No, mi familia vive en Venezuela. Tengo un hijo de 24 años. Creo en el amor, soy una enamorada. Me he enamorado dos veces en mi vida y creo que me enamoraría mil veces más. Creo en las relaciones y en los príncipes azules. Hay hombres fabulosos, hay amigas excelentes, tengo fe en la vida y creo en Dios. Pienso que enamorarse es como un motor en tu vida, es la motivación. Creo que el amor es todo. Vivir sin amor no me lo imagino. Soy emocional y puedo llorar con una canción de Ricardo Montaner o bailar un reggaetón de Nacho o sentirme feliz con una canción de Olga Tañón. Soy sumamente romántica y soy una eterna enamorada. Conocí mi primer amor cuando tenía 14 años, después volví a enamorarme y tuve dos amores importantes. Definitivamente, creo en el amor.

Fotografía: