NOTA DE PRENSA
Esta gran historia nace en el año 2008 de una idea fortuita de Margarita Zingg, y Ana Luisa Baptista, que consistía en vender ropa de segunda mano para recaudar fondos para la Fundación. Esta actividad se encontraba en un auge y popularidad enorme a nivel mundial y en ese momento les pareció que implementarla para esta noble causa era ideal.
Así mismo, entusiasmadas con su proyecto, ambas deciden presentar a la junta directiva la propuesta de crear el Salón Vintage y presentarlo en un stand dentro del Bazar de los Bazares de Fundaprocura, al principio consideraron que era un poco extraño vender ropa OldFashion o de segunda, pero en ese momento, todos los presentes hallaron una gran oportunidad en aquella propuesta y decidieron aprobarla, es ahí donde inicia esta hermosa historia.
El Salón Vintage o second hand, es atractivo por su sostenibilidad, originalidad y economía. Comprar prendas de calidad, con acabados maravillosos y telas en buen estado a mejores precios es sin duda un ganar-ganar, pero es importante resaltar que detrás de esta iniciativa hay un exhaustivo trabajo de entrenar el ojo para seleccionar prendas especiales que estén en excelente estado.
Las piezas que recibían inicialmente pertenecían a miembros de la fundación, familiares y amigos que se solidarizaron con la causa, pero con el paso de los años, el equipo ha hecho un excelente trabajo de comunicación para lograr recibir piezas de todo aquel que desde la buena voluntad desee colaborar y aportar de una u otra forma su granito de arena, convirtiéndose en amigos y aliados de esta gran familia. Para Fundaprocura es importante resaltar que gracias a la solidaridad de cada una de estas personas, este evento se hace posible.
“Me siento muy emocionada con el hecho de que el Vintage cumpla 15 años. Esta alocada pero exitosa idea ha sido un motivo de gran satisfacción para mi, porque no solo estamos contribuyendo con nuestra Fundación, para que nos entre un dinero extra que nos ayuda a seguir con esta labor, además de eso, gracias a las cosas maravillosas que nos donan todos nuestros allegados y colaboradores, ayudamos a crear una conciencia completamente ecologista, y a reducir la enorme huella que deja la industrial textil en el planeta.” expresó Margarita Zingg, fundadora del Vintage.
Hoy tras 15 años de trayectoria, el Salón Vintage cuenta con un grupo de jóvenes exitosos, que aportan ideas nuevas y hacen crecer el proyecto. Además, gracias a la popularidad de estos eventos, el compromiso social es mucho mayor y han logrado incluso concientizar a la sociedad y espacios públicos para facilitar la accesibilidad a personas con discapacidad, que es realmente el verdadero sentido de la Fundación.
Para este año, el Caracas Country Club se viste de gala mucho antes para recibir al Vintage este 12 de junio y darle todo el mérito que merece. Por ello, todo el equipo se encuentra trabajando arduamente en la selección y organización de prendas para ofrecer a todos aquellos que los visiten lo mejor de lo mejor.
A lo largo del tiempo, se ha creado una identidad Vintage, que representa a todos y cada uno de los que han adquirido una prenda en esta iniciativa, por ello en esta ocasión nos dedicamos a recolectar testimonios de quienes durante años han sido partícipes de este evento:
Cora Wallis, “La venta de ropa vintage es una forma interesante de promover la sostenibilidad y el reciclaje, ya que permite reutilizar prendas que de otra manera podrían acabar en la basura. Además, es mucho más barata que la ropa nueva, lo que la convierte en una alternativa atractiva para todos. En el caso de Fundaprocura, la venta de ropa vintage tiene un propósito adicional: recaudar fondos para las donaciones de sillas de rueda que impactan al beneficiado y su entorno. En ese salón he encontrado marcas de alta gama como Carolina Herrera, Christian Dior, Donna Karan, Luis Vuitton, Todd´s, Furla, Ives Sain Laurent, Pepa Pombo, Armani, etc. Saber que cada año estoy ayudando a esta causa tan maravillosa me satisface enormemente”
Ana Maria Scull. De @Mezzclaccs "Para mí, visitar el Salón Vintage de FundaProcura es una sorpresa cada año. Siempre compro tesoros, quizás no tengo en ese momento oportunidad de usarlo, pero luego inventó... Disfruto pensando quizás en usar una dormilona de algodón con traje de baño, o una túnica con un estampado para una boda. Con el vintage se puede arriesgar , no es costoso, va ser una pieza distinta, única y además colaboras con una causa que ayuda a tantos como es Fundaprocura "
Erika Spillman, directora de Hogares Bambi. “Me encanta el Salon Vintage, siempre que tengo oportunidad, asisto. Me gusta comprar ropa y accesorios, que tienen historia, siempre pienso a quién le pertenecía, para qué ocasión la utilizo. En una ocasión en el Vintage Fundaprocura compré una chaqueta, y en el bolsillo había un ticket de tintorería, para mi sorpresa era de Osmel Sousa.