Ser emprendedor es mucho más que comenzar un negocio, está decisión puede suponer todo un desafío, ya que exige compromiso, valentía y dedicación constante para hacer que el proyecto surja.
Al momento de iniciar un emprendimiento es importante evaluar cada acción y contar con una planificación financiera, debido a que existe el riesgo de cometer errores que si no se manejan adecuadamente pueden interferir en el desarrollo de dicha iniciativa y llevarla al fracaso.
A continuación te detallamos algunos pecados que puedes cometer:
1. Pereza:Un hábito cotidiano de muchos emprendedores es procrastinar las tareas cruciales para el crecimiento y la estabilidad de su negocio.
Recuerda que el cumplimiento de los compromisos agrandados te permitirá aprovechar mejor las oportunidades.
Es importante trabajar en equipo e impulsar el crecimiento honesto y coherente de tu negocio
2. Orgullo:El exceso de confianza puede ser fatal. Un emprendedor debe estar abierto a consejos, críticas constructivas y nuevas ideas
que contribuyan al desarrollo de su iniciativa. 3. Envidia:Obsesionarse con los logros de competidores puede desviar la atención de los propios objetivos y estrategias.
Por ello es importante aprender de los éxitos y fracasos de otros, adaptando esas lecciones al contexto de tu propio negocio.
4. Gula:Esta se puede manifestar como sobreexpansión o el intento de abarcar más mercado.
Sin embargo puede afectar el proyecto, sino se toman las medidas o planes necesarios.
Actualmente hay más de 582 millones de emprendedores a escala global, según el Global Entrepreneurship Monitor
5. Ira:
Un emprendedor debe saber gestionar el estrés y la frustración sin perder la compostura. Las reacciones impulsivas o decisiones tomadas en momentos difíciles o de enojo suelen ser erróneas y afectar la estabilidad del negocio.
6. Codicia:
Invertir demasiado o muy poco puede ser perjudicial, así como retener ganancias excesivamente sin reinvertir en el negocio. Es importante mantener un cronograma financiero para hacer un mejor uso del capital.
7. Lujuria:
Esto se refiere a la obsesión por el crecimiento rápido y el éxito sin una planificación adecuada lo cual puede llevar a tomar decisiones apresuradas que comprometen la integridad del negocio.
Para evitar estos pecados es importante cultivar la autoconfianza, ser disciplinado y mantenerse alineado con las metas trazadas a largo plazo.
