Según el diccionario, las actividades lúdicas responden a ciertos patrones de estimulación a la creatividad, la circulación sanguínea, la expresión corporal, el equilibrio, la flexibilidad, la concentración y agilidad mental, nos dan un respiro, nos relajan y ayudan al cerebro a que libere serotonina y endorfina, al tiempo que obtenemos momentos placenteros y enriquecedores.

 
Esto lo podemos tener al aire libre, pero también se consigue en un espacio de la casa que podemos habilitar y acondicionar para que sea ese rincón para relajarnos, para leer, para ver televisión, escribir o pintar.

 
Si en casa podemos optar por modificar una habitación para centrarnos en nosotros mismos, entonces los cajones pueden ser la mejor idea, la más económica y la más práctica para todos esos enseres que no queremos botar, pero que sí necesitan un pequeño arreglo.

 

 

En cuanto a los cajones, podemos comprar algunas láminas de madera delgada y cortarlas a la medida para hacer varios cajones que apilaremos como en columna para colocar allí cuánto artículo nos sea de utilidad para recrearnos. Por ejemplo, libretas, libros, lapiceros, pinturas, sacheteros, juegos de mesa, las cornetas, la laptop, las lámparas, etc.

Las plantas no pueden faltar en nuestro lugar de relajación y actividades lúdicas, porque ellas nos acompañan, nos oxigenan y alegran el lugar con sus colores verdes vivos o flores multitonos.

Ellas pueden ir en cestas del material que más nos guste, pero si usamos la fibra natural, sería mucho mejor para hacer de la estancia un lugar acogedor y con mucha calidez y frescura.

 

 
Entre tanto, el suelo mientras más mullido mejor, para que nuestros pies sientan la suavidad como antesala a ese espacio que con sólo mirarlo ya nos alivia el estrés y nos reconforta. Un tapete en lugares específicos serviría si no deseamos el lugar completamente alfombrado. Una plataforma hecha con paletas de carga también es ideal para ubicar los muebles, eso ni es que no queremos los muebles al ras del suelo. Es cuestión de gusto.

 
Para la iluminación de nuestra habitación relax, lo más recomendable es usar tripoides para los bombillos o lámparas de pata que permita movilidad según donde nos ubiquemos.

 
No olvidemos la ventilación. No deben faltar las ventanas que abran lo más posible para que entre el aire fresco y descansemos la vista con algo de ejercicio a larga distancia y que el sol nos alimente al activar la vitamina D en contacto con nuestro organismo.

 

Si es mucho trabajo comprar la lámina de madera delgada y comenzar a cortar para diseñar, una opción bien agradable es reunir los guacales y los cajones de tabloncillos y pintarlos a nuestro gusto. Al ensamblarlos unos con otros es mucho lo que se decora y recicla con estilo.

 
Las paletas también fueron un recurso que hace algunos años se puso de moda. Estos servían para armar juegos de muebles completos, mesas, closets, plataformas para algunas zonas de la casa y demás accesorios.

 
Aún siguen siendo una opción bien armoniosa si se combina con materiales rústicos, coloridos y tejidos gruesos como lana, lino y demás texturas similares. La tela de yute también complementa este tipo de decoración, porque algunas cortinas harían un juego magnífico que pega perfectamente con la madera y otros artículos.

Recordemos que al reciclar contribuimos con el planeta y la recuperación de material antes de lanzarlo a la basura y contaminar más. Los elementos reciclados sin duda sirven para decorar si utilizamos algo de pintura y una que otra herramienta que le dé el toque que necesitamos para que sea útil para la familia.

 
Nos merecemos ese espacio sólo para nosotros, decorado a nuestro estilo y garantizando el biointeriorismo que nos hará sentir mucho más saludables.