Buddha bowl: exquisito plato antiguo y natural adaptado a la actualidad
La selección de una dieta saludable y más natural repercute positivamente en nuestro organismo y fomenta cambios significativos. Buddha bowl es una alternativa que combina el naturismo con una vida libre de pecados

ESTAMPAS

09/04/2021 06:00 pm



Sjandra Rendón


Hoy es el día de consentirnos gastronómicamente y el cuerpo lo sabe. ¿Qué se celebra? Nada y todo. Sabemos que la cocina tiende a ser casi una segunda habitación porque nos aporta felicidad de muchas maneras.
 
Vamos a describir aquí de qué se trata el buddha bowl; un plato cuyas características lo describen como una obra gastronómica completa, natural, integral, que puede saciar tanto al cuerpo como a la mente. Explicamos el por qué, pero antes hablemos de su historia.


Armonía visual que combina la gastronomía ancestral con técnicas actuales

Lo que cuenta la historia
Cuentan algunos documentos que el buddha bowl fue una creación de la figura religiosa responsable de la iluminación espiritual; es decir, de Buda. Buscaba el despertar y la serenidad del alma, de la mente, y todo eso implicaba también conexión con el cuerpo.
 
Entonces, a la hora de alimentar su cuerpo, su bandeja de comida debía contener una variedad exquisita de colores, nutrientes, hortalizas de hoja y de fruto, legumbres - proteínas y carbohidratos, obviamente sin faltar las garnituras.
 
Otra historia que corre por los pasillos con respecto a la historia del buddha bowl es que los frailes salían a las calles a caminar con un bol en la mano para que los pobladores les entregaran comida. Con las bandejas copiosas regresaban a sus monasterios para hacer las combinaciones.
 
Ahora bien, ya que sabemos un poco de sus raíces, vamos a desgranar los elementos que la componen para entender un poco por qué es natural y por qué puede incluirse en la dieta si deseamos unirnos a la línea fit.
 

La pasta tanahí se puede preparar con semillas de sésamo y aceite, de no conseguir en el mercado 

De qué está hecho
Resulta que el buddha bowl se puede preparar de muchas formas que combinen las hortalizas que nos gustan. Hablemos primero de los vegetales que se pueden incluir y cuáles se pueden comer crudos, es decir, hablemos del crudivorismo rápidamente.
 
Hortalizas: hoja y fruto
El crudivorismo es la alternativa ideal para preparar nuestros alimentos aprovechando al máximo la forma mineralizante de alimentos. Sabemos que, con la cocción, algunos rubros pierden la energía electromagnética contenida en ellos.
 
Entonces debemos escoger las que más nos gusten y las que sean más agradables al paladar. Mencionemos las que podemos seleccionar para preparar el buddha bowl: lechuga, espinaca, zanahoria, col o repollo morado, berros, pepinos, tomates, pimentón, acelga tierna, escarola.


Las hortalizas tanto de hoja como de fruto podemos seleccionarlas según nuestros gustos

Existen unas hortalizas o verduras que obligatoriamente deben pasar por un proceso de cocción antes de poder consumirlas. Por ejemplo, tenemos; papa, batata, berenjena, calabacín, coliflor, acelgas grandes, repollo verde, coles de Bruselas.
 
Ya tenemos una idea de los vegetales y hortalizas que se pueden escoger y su manera de añadirlos para sumarlos a la lista de los ingredientes para preparar el buddha bowl.

Ahora pasemos a carbohidratos para irnos organizando y preparar la mise en place cuando lleguemos a la receta de oro.

Carbohidratos
Los expertos en salud han comentado lo perjudicial que resulta para el organismo el consumo de los carbohidratos. Pero tampoco deben ser suprimidos en su totalidad porque no todos son despiadados. Todo radica en el populoso y milenario refrán que hemos escuchado; todo en exceso es malo.
 
El carbohidrato es la fuente principal del organismo, como si se tratara de la gasolina del cuerpo para llevar el correcto funcionamiento de algunos órganos.
 
Entonces, el buddha bowl lo contiene en una porción aceptable que hace juego con el resto de sus acompañantes para el equilibrio.
 
Los que se pueden utilizar para el plato y que además deben pasar por cocción tanto al vapor como al horno según la preferencia, son; las papas, batatas que le conoce como boniato también, arroz, mijo, trigo serraceno, quinoa. Los derivados de los carbohidratos que también pueden incluirse son las pastas, la polenta o el cuscús.

La infaltable proteína
Entre los ingredientes contenidos en el buddha bowl también se incluyen las proteínas, porque precisamente se trata de juntar en una bandeja una serie de nutrientes coloridos y sabrosos que aporten felicidad plena.

Las encontramos en algunas legumbres que obligatoriamente deben pasar algo de tiempo sobre la llama para hacerlos comibles. Podemos seleccionar entre garbanzos, guisantes, lentejas o hacerlas en hamburguesas o albóndigas.


El tempeh es parte de los ingredientes, pero por su engorrosa preparación puede sustituirse por carne de soja

Tempeh
¿con qué se come esto?
En la receta original se lee que debemos disponer de tempeh, pero debemos buscar las alternativas según el país con algunos ingredientes cuyos nombres son poco familiares.
 
Para ponerlo fácil y ahorrar tiempo, el tempeh es una fuente natural de vitaminas y minerales que reconstituye la flora. Es poco conocido y es un derivado de la soja como por ejemplo la harina, carne de soja o la texturizada. Es utilizada por los veganos como complemento de sus platos.
 
El tempeh tiende a ser un poco complicado. Para ello necesitamos la soja entera y una porción de moho o cultivo que se puede conseguir en las tiendas. Pero para sustituirlo se puede hacer con carne de soja, y al igual que el tempeh, para usarlo para el buddha bowl se puede preparar al horno o salteada.
 

Si se puede hacer dieta, comer distinto y disfrutar de los sabores. El Buddha bowl otorga todo junto. ¿Por qué no intentarlo?
 
Garnituras o salsas
Sabemos que todo plato debe contener tanto una variedad de colores atractivos como los sabores que hagan de la degustación una armonía ceremonial. Estos sabores son el dulce, el salado, el agrio o ácido y el amargo. Entonces las salsas o las garnituras podrían agregar a la preparación eso que puede estarle faltando para que con una primera cucharada subamos al cielo sin escaleras.

Estos ingredientes pueden prepararse con el aguacate, que es la grasa vegetal más recomendada en cualquier plato. Pero también podemos usar las que se preparan con limón, maní, mayonesa casera, pesto, hummus o la vinagreta.
 
Es indispensable disponer de aceite de oliva, vinagre de manzana, mostaza, el sirope o la larga lista de hierbas aromáticas.
 
Añadidos según nuestro gusto
Otro elemento que colocamos en la lista para el buddha bowl es todo aquello que siempre tenemos en la despensa de nuestra cocina porque amamos y consideramos indispensables.

Por ejemplo, frutos secos; nueces, maní, pasas, etc. O las frutas oleaginosas como las aceitunas, coco, avellanas, o pistachos.
 
Los extras contemplan también tomates o aguacate cortados en brunoise, (dados pequeños).
 
Ahora estamos listos. Si somos de los que se organizan los fines de semana calculando y estableciendo el menú de cada día, podemos ir reuniendo durante el transcurso de la semana lo que vaya sobrando de las comidas.
 
Se almacena en la nevera lo más practico posible para luego prepararnos para el momento crucial y gastronómicamente celestial más esperado.


Fotografía: Jcomp Freepik

Ingredientes para el buddha bowl
Lápiz y papel a la mano o, mejor dicho, Smartphone activo.
- 1 batata dulce o boniato que es lo mismo
- Pizca de canela
- Pizca de pimentón dulce
- 1 taza de hortalizas de hojas verdes de nuestro gusto
- Sal
- 1 cda de salsa de soja
- 250 gramos de tempeh o carne de soja
- 1 cda de aceite de oliva (extra virgen es mejor)
- 1 taza de tomates cherry
- 1 aguacate
- ¼ taza de col morada

Para la salsa o garnitura
- 4 cdas de tahini (se consigue en los mercados. Es una pasta de semillas de sésamo y aceite si lo queremos preparar nosotros mismos).
- 4 cdas de vinagre de arroz
- 100 ml de agua
- 1 diente ajo
- ½ cda de sal
- 2 cdas del jugo de limón
- Pizca de estevia o el edulcorante que tengamos a la mano
- 1 cda de jengibre
- 2 zanahoria


Fotografía: Freepik

Cómo se hace
- Al tener la mise en place, precalentamos el horno a 200 °C.
- El boniato o la batata dulce la lavamos y cortamos en brunoise con la piel. Durante 35 minutos la horneamos sazonada con sal y canela. Rociamos con el aceite de oliva y pimentón dulce hasta que se dore.
- Si tenemos el tempeh podemos cortarlo en ruedas, pero si lo que tenemos es la carne se soja también sirve, ya preparada y convertidas en albóndigas o Nuggets.
- Mezclamos junto con la salsa de soja y el aceite de oliva. Al cabo de unos minutos se agrega a las batatas y vuelve todo esto al horno por 20 minutos más.
- Para la salsa; vertemos los ingredientes a la batidora y corregimos de sal, vinagre o edulcorante. Si vemos que está muy espesa, agregamos agua.
- El repollo morado o col se ralla, cortamos el aguacate y los tomates. Tomamos un bol y colocamos de forma ordenada los ingredientes y encima en forma de cascada cubrimos con la salsa.
 
Como vemos, todos estos ingredientes podrían pasar perfectamente por una dieta vegana. Quienes quieran incluirlo en sus opciones de alimentación libre de proteína animal es ideal. Podemos añadir o eliminar ingredientes y ponerle nuestro sello.
 
Hasta aquí este relato ancestral actualizado por una vida sana.