Oscar Giménez
¿Alguna vez te has encontrado conversando con otras personas sobre la felicidad? A mí me ha pasado que cada vez que converso sobre el tema, entiendo que hay tantas explicaciones como personas. Al final de la conversación tengo una especie de nebulosa que me deja en el mismo sitio. Esto trajo a mi memoria una historia que escuché hace algún tiempo y que me aportó algo de claridad.
Se cuenta que hace mucho tiempo atrás, un discípulo preguntó a su maestro: ¿qué es la felicidad, cuando la alcanzaré? ¿cómo me daré cuenta que la he alcanzado?
La respuesta del maestro fue esta metáfora: “Imagina que en el desierto hay dos personas que están caminando y buscan llegar a una ciudad. El sol es muy fuerte y el recorrido se hace pesado por el calor y la sensación de avanzar muy despacio porque el paisaje es siempre el mismo. Después de un par de días ven que el agua se está agotando y comienzan a sentir la necesidad de recargar agua. Comienzan a buscar en el horizonte con unos binoculares y allá a lo lejos pueden ver algo de color verde, como un oasis. Deciden dirigirse hacia ese punto. Desde ese momento algo cambia, el camino se hace más ligero, el sol está fuerte y, a la vez, más soportable. Se dirigen hacia el oasis porque allí podrán saciar su sed.
¿Y qué tiene que ver eso con la felicidad?, preguntó el aprendiz.
El oasis en el desierto representa la felicidad, donde podrán saciar sus necesidades, respondió el maestro. Eso es lo que les da la dirección. Está lejos, y a la vez está presente en cada paso que los acerca. La energía cambia en el camino. Ahora convirtieron el cansancio y el miedo en alegría, porque saben que están en el camino correcto”.
Cuando sientes que la felicidad está lejos y que el camino es duro para llegar a ella es el momento de preguntarte si has visualizado aquello que dará satisfacción a tus necesidades. Tu meta, tu misión, tu visión son atrayentes. La energía que te impulsa es la alegría de estar en el camino correcto.
La alegría de estar en el camino correcto se traduce en la energía que crece a cada paso cuando no permites que los pensamientos negativos te hipnoticen, cuando sientes el timón de tus decisiones en tus manos y las circunstancias no tuercen el rumbo, cuando sonreír y celebrar están a flor de piel.
Por más duras que sean las circunstancias, la única persona que puede dar dirección al camino, celebrar cada paso y poner la alegría de vivir en el camino eres tú.
¿Estás en el camino correcto? O dicho de otra manera ¿cuánta alegría hay en tu camino en este momento?
TRES TIPS que pueden ayudar a vivir el momento presente transitando el camino correcto:
1. Escribe tu meta, tu sueño aun cuando sea un bosquejo lejano, como el color verde que vieron los caminantes del cuento.
2. Toma conciencia de la alegría de vivir que está presente en tu camino. Siempre encontrarás excusas para negarte a la alegría: el sol agobiante, el paisaje monótono, la crisis económica, las decisiones de los poderosos. Céntrate en tu camino y su dirección.
3. Toma tres respiraciones conscientes cada día y da gracias porque estás vivo, caminando y celebrando la alegría de vivir. ¡Si tú cambias, cambia tu mundo!
Oscar Giménez Prof. de Mindfulness, master coach, experto en Desarrollo Organizacional
Director en H-Connection
Instagram @oskar_coachwww.H-Connection.us
