¿Cómo controlar los excesos en navidad?
En esta época especial lo que más se encontrará es comida deliciosa para degustar. Descubra cómo lograr estabilidad al comer de forma exitosa

REDACCION ESTAMPAS

24/12/2020 08:00 am



María Gabriela Esculpi

La víspera de navidad además de traer paz y felicidad, hace realidad el poder disfrutar de la gran variedad de deliciosas comidas dulces y saladas que tenemos a nuestra disposición, dando como resultado excesos que no se hacen esperar.

No obstante, los consejos que proporciona el coach de nutrición Diego de Castro en su portal web le demostraran que si es posible tener una navidad saludable y no llegar a enero con unos kilos de más.

Controlar los niveles de estrés durante las fiestas. 
La temporada festiva suele generarnos una serie de demandas a nivel social y familiar que muchas veces nos estresan más de lo usual: Reuniones, regalos, compromisos, visitas, viajes… Además, con estrés es más probable no tomar las mejores decisiones a la hora de sentarse en la mesa.



Duerme todo lo que puedas. 
Normalmente se va a tope durante el año. Aproveche las vacaciones o días libres de diciembre para recuperar la falta de sueño que haya podido tener. Recuerde que si no duerme a sus horas, estará más cansado, más hambriento y hará menos ejercicio. 

Estar activo con sus amigos y familiares. 
Si quieres disfrutar de unas fiestas sin engordar, intenta no quedarte toda la tarde en el mismo sitio, porque además de no quemar energía, seguramente acabarás comiendo más cosas como turrones, polvorones y demás preparaciones azucaradas. Si practica deporte con frecuencia, ¡no lo abandone!

Practica el Mindful Eating.
Pon atención y consciencia en el alimento que estás a punto de comer. Disfruta a pleno de su aroma, sabor, textura, colores. Aunque esté en medio de un grupo de gente, conversando, riendo. Destina unos segundos a cada bocado.

Plantea una comida o cena saludable siendo anfitrión. 
En ningún sitio está escrito que las comidas navideñas deban aportar miles de calorías, toneladas de azúcares, ni decenas de litros de alcohol. Con la planificación adecuada se puede sorprender a los comensales con una comida diferente, en la que abunden las verduras y hortalizas, con proteínas de buena calidad. Evitando las salsas pesadas, fritos, preparados con azúcares o exceso de mantequillas. Todos podemos pasar unas fiestas sin engordar si nos lo planteamos.



Procura mantener tu alimentación saludable el resto de los días. 
Si ya lleva una alimentación más cuidada, saludable, equilibrada procura mantenerla cuando no estés en un evento especial. No hay razón para descontrolarse durante los 15 o 20 días que duran las fiestas. Si en alguna ocasión te pasas, regresa a tus buenos hábitos inmediatamente en la próxima ingesta.

Llega a las celebraciones preparado de forma saludable. 
Eso de “no comeré nada durante el día para llegar con hambre a la cena” no tiene sentido, acabará excediéndose y luego se sentirá muy lleno. Lo ideal es llegar tranquilo y haber cumplido un buen plan de alimentación.



No hacer mezclas desastrosas. 
Si en la mesa te encuentras con numerosas opciones, observe bien cada una y dele una valoración. Decida qué va a elegir para comer y arme un plato equilibrado. No necesita probar absolutamente todo lo que haya sobre la mesa. Sea selectivo. Piense qué alimentos le convienen y le gustan más.

Elija postres saludables y consúmalos con moderación.
El postre parece una parte ineludible de las comidas o cenas navideñas. Si lo va a comer intente elegir algo como una macedonia, un helado de limón o bien un trozo pequeño de su pastel preferido. Si te moderas, se sentirá mucho mejor luego, recuérdelo.

Sea coherente. 
Si lleva tiempo cuidándose, consumiendo alimentos saludables, reduciendo su exceso de peso, no tire todo por la borda unos cuantos días de fiesta para empezar de cero en enero.

Visualice cada evento con antelación.
Planifique cómo se va a comportar. Recuerde que usted está en control de lo que come y no al contrario.

Para disfrutar de unas buenas fiestas se necesita una buena disposición de dar y recibir cariño. 
El exceso de comida y bebida lo único que suma son kilos de más, dando como resultado tener sentimientos de culpa.