Existen actividades laborales que exigen altas dosis de rapidez y asertividad por lo que generan mucho estrés, a lo que se suman preocupaciones económicas o familiares. Si no se puede escapar de todo eso, lo mejor es conseguir algunas horas que frenen la preocupación innecesaria. Hoy queremos compartir algunos consejos.
Respirar. Este ejercicio es muy sencillo. Contar hasta 10 mientras se toma aire, hasta 10 mientras se retiene y hasta 10 mientras se exhala. Se puede hacer cuantas veces se desee.
Lectura. Escoja un libro que atrape su concentración y olvide momentáneamente los problemas. Puede ser un rato en la mañana y otro en la tarde.
Televisión. Igual que con la lectura, es aconsejable una serie que requiera concentración. Cuidado con las películas: si es triste le hará llorar; y si plantea un drama no podrá evitar la comparación con su propia situación. Se debe evitar ver noticieros todo el tiempo, es preferible solo una hora al día. Antes de dormir se recomiendan programas del tipo Discovery Channel o National Geographic.
Imaginación. Invente una historia y dele continuidad cada vez que pueda. Como si escribiera una novela mental. El truco es agregarle muchos detalles para retomarla noche tras noche. Para dormir es excelente.
Jugar. Los juegos de mesa son muy buenos y mejor si lo hace en pareja. Aunque jugar solitarios también funcionan.
La agenda. Nada más estresante que despertar preguntándose ¿qué toca hacer hoy? Yo uso mi viejo celular para anotar los asuntos pendientes; lo llamo "mi asistonto" y se ocupa de recordarme las tareas con su desagradable alarma.
Estudiar. Inscribirse en un curso presencial es una excelente idea. Si opta por hacerlo en línea requiere aún más disciplina, la cual es fundamental en el manejo del estrés.
Hábitos saludables. Comer sano y balanceado es esencial, especialmente la ingesta de alimentos llamados antidepresivos naturales que suben los niveles de las hormonas del cerebro. Del mismo modo es importante respetar las horas de sueño.
Los horarios. Es conveniente regularizar los horarios de las comidas. De lo contrario, el cerebro cree que está en problemas y se activa para "estado de emergencia", por lo que la sangre que normalmente necesita el hipotálamo (el de las hormonas) se va a nuestros músculos (estado de alerta) y al final resulta que es "falsa alarma".
Banalidades. Una conversación intrascendente y bailar y cantar son actividades muy recomendables.
Hornear. Hornear pasteles: la precisión del proceso requiere tanta concentración que resulta tranquilizante.
Las preocupaciones atacan especialmente cuando realizamos actividades automáticas que no requieren esfuerzo mental. Es por eso que al barrer, fregar los platos o lavar la ropa se instalan las preocupaciones y comienzan lo que los psicólogos llaman "pensamientos automáticos", que es cuando una cosa lleva a la otra y a otra y a otra; luego el estómago se pone rígido, el corazón se acelera y falta el aire. Al final el organismo se resiente y bajan las defensas. Por eso es sumamente importante aprender a manejar el estrés.
