Luego de haber pasado un agitado diciembre donde todas perdimos la dieta y utilizamos maquillaje más de lo normal, gracias a reuniones familiares o fiestas decembrinas, nos olvidamos de un importante factor, la piel. Ésta es nuestra barrera de protección ante cualquier cantidad de agentes externos y por eso es necesario conservar su integridad para asegurarnos de que cumpla bien sus funciones.
Cuidar nuestro cuerpo es fundamental no solo para mejorar su aspecto, sino para mejorar nuestra salud. Con el inicio de un nuevo año existe el ritual de proponernos cumplir nuevas metas y cambiar nuestro estilo de vida, es hora de incluir en esos planes el cuidado de nuestra piel.
Aspectos como la limpieza facial y la humectación son esenciales. Nutrir la piel con productos que tengan antioxidantes favorece la eliminación de los radicales libres causados por los rayos ultravioleta, el estrés y la contaminación. Debes reforzar al máximo el protector solar en la mañana, así vayas a colocar cualquier tipo de maquillaje en tu rostro.
La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel, esta técnica no sólo se traduce en función al rostro, sino sirve para todo nuestro cuerpo en general, consiguiendo que esta quede libre impurezas. Realizar esta actividad una vez por semana es suficiente, recuerda también que los excesos suelen ser malos.
Los productos naturales contienen vitaminas y nutrientes que ayudarán a la piel a verse más joven, suave y tersa. Productos como el agua de rosas, previene el envejecimiento, controla el pH, equilibra la grasa y suaviza la piel. Incorporar el agua de rosas en nuestra rutina de belleza es muy sencillo, sólo tienes que rociarla en tu rostro, preferiblemente, con el cutis limpio. Lo recomendable es aplicarla después de remover el maquillaje y dejar que la piel la absorba.
Cuidar nuestra piel no es cosa de otro mundo, simplemente es dedicar un poco de tiempo, hacerlo correctamente y pronto se volverá un hábito en tu vida, totalmente favorecedor.
