La cebolla, tiene una alta concentración de sustancias sulfurosas que, además de su particular sabor, le confieren propiedades antibacterianas, antioxidantes y antinflamatorias, coadyuvantes en el tratamiento natural de muchas enfermedades.
Constituye una especie de antibiótico que podemos utilizar para el tratamiento de las afecciones respiratorias comunes. Incluso, gracias a que alimenta las bacterias saludables del intestino, su consumo mejora su respuesta inmune y crea una barrera protectora frente a posibles infecciones.
Para preparar el remedio necesitarás:
• 3 cebollas.
• 2 dientes de ajo.
• El jugo de un limón.
• 1 cucharada de miel (opcional).
• Pelen las cebollas y córtenlas en trozos.
• Llévenlos a la licuadora, con el zumo del limón y 2 dientes de ajo.
• Tras obtener una pasta espesa, pásenla a través de un paño (tamizado) y almacenen el jugo en un frasco de cristal por 24 horas.
• Si les queda muy espeso, agréguenle un par de cucharadas de agua y vuelvan a licuar.
Ante las primeras señales de molestias respiratorias, ingieran una cucharada cada 4 cuatro horas. Al observar mejoría, tomen dos cucharadas al día.