Andrea Solórzano
La infertilidad es un problema en el sistema reproductivo que afecta a una de cada siete parejas, lo que se porcentualiza en 30%, y puede ser motivo de frustraciones o separaciones maritales. El diagnóstico o evaluación puede comenzar tras un año de relaciones sexuales sin protección y no haber logrado un embarazo.
Se estima que 15% de los hombres padezca este problema. Las causas en su mayoría son desconocidas. Otras, en un 40% y 30% puede deberse a trastornos en las gónadas, que en los hombres son los testículos. También a problemas hipotálamicos o dificultades en el transporte de los espermatozoides.
Respecto a estos últimos, se derivan diversas causas que inciden en la infertilidad, y que viene dado por la morfología de los espermatozoides o su movilidad.
Destacan las condiciones genéticas preexistentes, el consumo reiterativo de alcohol, cigarrillos o estupefacientes. La parotiditis en la adolescencia, problemas hormonales, insuficiencia renal e incluso el uso de ropa interior muy ajustada.
En el caso de las mujeres, la infertilidad tiene cuatro principales causas. Edad avanzada, luego de los 40 años disminuyen las posibilidades de embarazo. Lesiones en las trompas de falopio. El trastero de endometriosis, que se origina cuando el tejido que revisten al útero se desarrollan fuera de él. El cuarto factor es el síndrome del ovario poliquístico, lo que produce irregularidad en la menstruación.
En ambos casos, tanto para hombre como mujeres, es importante acudir al médico a fin de someterse a evaluaciones, estudios y tratamientos adecuados a cada situación.
