La Cámara Baja del Parlamento francés, aprobó en marzo un proyecto de ley que pretende imponer sanciones a los productos de moda que sean fast fashion como la empresa china, Shein.

El fin de este proyecto, es que pueda ayudar a compensar su impacto medioambiental. Se estima que las sanciones se aumenten gradualmente hasta 10 euros por prenda individual de aquí al 2030. Además, se prohibirá la publicidad de este tipo de productos.

Los diputados de manera unánime aprobaron el proyecto, y pasará al Senado antes de convertirse en ley.


¿Disminución de fabricación?

La popularidad que han tenido los minoristas como Shein y Temu, han escalado los pedidos de productos gracias a su alta demanda por las cadenas de suministros ultraflexibles que ha perturbado el sector minorista.

Otras empresas como Zara y H&M, aún dependen de la preferencia de los compradores.


Los franceses son unos de los mayores consumidores de ropa

"Esta evolución del sector de la confección hacia una moda efímera, que combina mayores volúmenes y precios bajos, está influyendo en los hábitos de compra de los consumidores al crear impulsos de compra y una necesidad constante de renovación, lo que no deja de tener consecuencias medioambientales, sociales y económicas", señala el proyecto de ley.

A través de un comunicado, Shein dijo que la ropa que produce satisface una demanda existente, haciendo que su tasa de prendas no vendidas se mantenga bajo. Por otro lado, las empresas tradicionales pueden tener hasta un 40% de desperdicio.

En un post en la red social X, el ministro de Medio Ambiente de Francia, Christophe Béchu, describió el proyecto de ley como un "gran paso adelante" y agregó: "Se ha dado un gran paso para reducir la huella ambiental del sector textil".


La moda representa entre el 3% y 5% de emisiones de carbono