ESTAMPAS
Flor Santamaría Mujica
Cuando se viaja, especialmente para vivir la experiencia gastronómica como vehículo cultural para conocer el carácter y la idiosincrasia de una ciudad, el destino recomendado es Copenhague, porque, aunque se disputa el título de capital de la gastronomía moderna de Europa con otras ciudades como Barcelona o San Sebastián, comer aquí es una historia inolvidable.
Desde una emblemática salchicha roja dentro de la estación de trenes o paseando por Kongens Nytorv, a un almuerzo con los tradicionales y elaborados “Smørrebrød” de camarones, de salmón o de res y la multitud de arenques encurtidos de diferentes sabores junto con el aguardiente correspondiente, como los sirven en Aamanns o Schønnemann, no hay desilusión.