La Posada de Cervantes hace su magia en honor a los amantes de la buena mesa
Freddy de Freitas ha posicionado a esta tasca como un icónico espacio que es parada obligada para compartir y disfrutar de la buena cocina

ESTAMPAS

09/09/2022 06:00 pm



Carolina Contreras A.


Hace casi 40 años La Posada de Cervantes abría sus puertas en la avenida Urdaneta. Tras altos y bajos, este lugar del centro de Caracas se ha establecido como una referencia de la gastronomía española en la que los productos de calidad, sus platos y la atención son los protagonistas y todo gracias a la visión y el hacer de Freddy de Freitas, el alma y corazón del lugar.

Arquitecto de profesión, pero taguarero y cocinero por pasión, hace poco más de siete años tomó las riendas de este restaurante que fundó su padre. “De niño siempre venía a ayudarlo y estaba involucrado. Estudié Arquitectura en la Universidad Central de Venezuela (UCV), pero aun así seguía viniendo para ayudar a mi papá en las noches”, comenta.

Luego vendría la disyuntiva de emigrar o quedarse en el país, se decantó por lo segundo. “Decidí salvar el patrimonio familiar, asumir el reto y dar la cara en el país. No tenía una experiencia muy grande en la cocina, sino más bien ideas de cómo se podían hacer las cosas y en lo que podíamos innovar”.


“Decidí salvar el patrimonio familiar, asumir el reto y dar la cara en el país”

Y es por eso que primero comenzó a trabajar el tema de la barra ya que sentía que la coctelería estaba un poco rezagada. Sin embargo, la crisis apretó en ese momento y vio como una opción ofrecer tobos de cerveza. “La idea era captar gente y vender algo de comida. Decidí que había que poner tapas para que la gente compartiera y era más económico que un plato”, cuenta.

Eso fue el principio de lo que ahora es La Posada de Cervantes. La gente empezó a ir y también a comer. En esa etapa los cambios se fueron dando poco a poco. Asimismo por su propia curiosidad e inquietud, Freddy creó su propia receta de papas bravas y eso solo fue el pistoletazo para que se vinieran más cambios en el menú.

Entre sus platos más populares están las papas bravas, las croquetas de mero, la tortilla de Betanzo (una tortilla de papas súper cremosa por dentro), el codillo de cordero en zataar y dátiles, los exquisitos caracoles con hongos, al ajillo y con almendras, el pulpo a la parrilla y los divinos langostinos a la meunier de coralina. Para cerrar nada mejor que una deliciosa torta de queso vasca y un digestivo.

“De repente me vi cambiando muchos platos y poniendo nuevos. La gente que venía por la cerveza comenzó a venir más por la comida que por la cerveza y se me abrieron muchas oportunidades, entre esas ir al Pabellón de Milán, participar y ganar en su concurso de cocina y al regresar implementé todo lo que aprendí. Llegó un punto en que me venía la gente por la comida y no por los tobos”.

Pero ¿cómo no hacerlo cuando La Posada de Cervantes tiene un maravilloso menú? A diferencia de otros restaurantes, aquí la carta está dividida en cinco tiempos de entradas: los untables, crocantes, platos fríos, a cuchara y a la parrilla. En cada tiempo hay diversos platos que vienen por raciones y que son ideales para compartir, lo que no exime que a quien le provoque una paella o asopado lo pida.
 
“En mi experiencia, en este local ha triunfado mucho la idea de compartir. Compartir la comida hace que sea mucho más gratificante y es más dinámico. Yo pienso en el tapeo, en un formato grande para compartir en grupo de cuatro a seis personas. Se pueden saltar los tiempos. La dinámica de este juego es que cada quien pueda escoger un plato y compartirlo con el grupo, lo que hace que sea bastante fluido”.

Entre sus platos más populares están las papas bravas, las croquetas de mero, la tortilla de Betanzo (una tortilla de papas súper cremosa por dentro), el codillo de cordero en zataar y dátiles, los exquisitos caracoles con hongos, al ajillo y con almendras, el pulpo a la parrilla y los divinos langostinos a la meunier de coralina. Para cerrar nada mejor que una deliciosa torta de queso vasca y un digestivo.

“La propuesta es como yo. Me enfoco en lo que como y cómo lo comería, es disfrutar la comida”, apunta Freddy, y no cabe dudas, porque es lo que se refleja en cada uno de los platos que ofrece.


Las croquetas de mero es uno de los platos más populares

La tortilla de Betanzo es cremosa por dentro y llena de sabor

Los caracoles vienen sin su concha bañados en champiñones al ajillo y almendras en mantequilla

El pulpo a la parrilla viene con una cama de vegetales que le da más sabor

La torta de queso vasca es el cierre perfecto

Carolina Contreras A.
@carolaalz

Fotografías:
Adolfo Acosta
@fotoadolfo