La historia del fútbol
Ambientada en la época victoriana, la serie The English Game nos lleva a conocer los orígenes de ese deporte

MARIÁNGELA LANDO BIORD

24/05/2020 05:00 am



El fútbol comenzó como un deporte de élite. Lo jugaban en colegios y universidades británicos como Eton, Oxford o Cambridge. Hasta que las fábricas formaron sus propios equipos, integrados por obreros.


De esto se trata The English Game o Juego de Caballeros, una serie británica disponible en Netflix.

La introducción de los uniformes, la publicidad en los campos, los jugadores profesionales y las reglas de juego son tratados en esta serie de seis capítulos.

Los personajes principales son el acaudalado Arthur Kinnaird, hijo de un banquero educado en Eton, y Fergus Suter, un obrero que jugaba por dinero para mantener a su madre y a sus hermanas.

Kinnaird era el capitán de los Old Etonians, un equipo elitesco integrado por puros egresados de Eton. Su padre y su esposa criticaban su apego "infantil" al fútbol, y no entendían la pasión que inspiraba el deporte en Arthur.

Suter pasa de un equipo a otro en busca de mejoras económicas. En el campo era un jugador genial, inventivo, aunque no sabía mucho de normas. Un padre déspota y una madre abnegada lo marcan tanto como la amistad y la devoción por el juego y por sus compañeros de equipo.

Esta serie, además del fútbol, trata de las diferencias sociales de la época victoriana, de las difíciles condiciones laborales de mujeres y niños, de la formación de uniones y sindicatos, del embarazo no deseado, del abuso de poder y de la "venta" de bebés, del clasismo, de la intolerancia y de lo difícil que era la vida para las personas de menores recursos en una época sin derechos y sin beneficios.

Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX hombres como Kinnaird y Suter marcaron al fútbol como lo conocemos hoy, con jugadores profesionales y no aficionados, con camisetas que generan más ingresos con sus ventas que las entradas para los partidos, y, sobre todo, del fanatismo que despierta ese deporte.

Y es que un no fanático no comprende la emoción de un juego, no entiende de fidelidad a unos colores o una camiseta, no sabe de estrategia ni de expectación durante los noventa minutos que dura un partido.

Dos mujeres les hacen contraparte a los principales protagonistas. Alma, la esposa de Kinnaird, que sufre en silencio por la pérdida del bebé que esperaba, pero el estricto protocolo victoriano le impide buscar el apoyo que tanto necesita, hasta que encuentra la fuerza para ayudar a otros. Martha, una camarera y madre soltera que se gana el amor del solitario Fergus poniendo en peligro su estabilidad y la de su hija.

Esta serie, además de estar basada en historias verdaderas, tiene una hermosa puesta en escena, un vestuario impresionante y actuaciones creíbles.

Se las recomiendo tanto si les gusta el fútbol como si no. Les garantizo a los no fanáticos del deporte que les gustará, aunque al principio les parezca difícil de seguir.