Venecia y su aristócrata carnaval
La ciudad de los canales regresa a los siglos XVII y XVIII para que en sus edificios renazca el refinamiento y la picardía de gente que busca las mismas sensaciones de entonces, gracias a un disfraz

MAYTE NAVARRO

24/02/2020 08:00 am



Serenísima República de Venecia, tan sugestivo nombre ya era un indicio de su estilo de vida. La historia de esta ciudad se remonta al siglo V. Rodeada de aguas pantanosas se convirtió en una de las más bellas y todavía sigue enamorando a los visitantes. El comercio la hizo poderosa. Allí llegaban las telas más cotizadas y las especias de Oriente. Venecia ha inspirado a escritores como Shakespeare, quien desarrolló la historia de Otelo en uno de sus palacios. Fue musa de Turner. Es sede de la Bienal de arte más famosa y en ella se celebra el carnaval más elegante del mundo, una fiesta que tiene su origen en una aristocracia que deseaba darle algunos gustos a la plebe, lo que se podría traducir como una manera de ejercer su superioridad.


La fiesta se remonta al siglo XI y se entroniza 200 años después. La aristocracia utilizaba las máscaras para poder mezclarse con ese pueblo, para quien se creó esta celebración. Era un tiempo en que ricos y quienes no lo eran se mezclaban, días para ciertas libertades. A Christopher Tolive, secretario principal del rey de Venecia, se le atribuye la creación de este sarao.


La celebración veneciana conserva su elegancia y distinión

El carnaval veneciano llegó a su máximo esplendor en el siglo XVIII con Napoleón Bonaparte, quien suspendió la fiesta por miedo a las conspiraciones. También era tiempo de uno de los personajes más conocidos de la ciudad, Giacomo Casanova.

Las máscaras, confeccionadas por artesanos que gozaban de cierto estatus, más que divertimento se convirtieron en un instrumento para esconder la identidad y así enterarse de las opiniones de los demás. Se inspiraron en la Comedia dell’Arte, género que nació en Venecia. Cada una tenía un significado. Las más populares eran Pulcinella, Arlecchino, Colombina y Pantalone.

Actualmente el Carnaval se extiende durante 10 días, siendo el vuelo del Ángel uno de los actos inaugurales de esta agenda festiva. En sus orígenes lo encarnaba un acróbata turco, hoy es una de las Marías, otra ceremonia que data del siglo XI cuando doce vírgenes desfilaban por los canales, cubiertas de joyas que las familias nobles les prestaban. Este año comenzará en San Piero Di Castello.


Las fiestas en los palacios
Junto al jolgorio callejero también se llevan a cabo lujosos bailes en los palacios de la ciudad. Uno de ellos tiene como escenario el palacio Pisani Moreta, que data del siglo XV. Fue residencia de una noble familia de la que se deriva su nombre. Su atmósfera dieciochesca acogió figuras como el zar Pablo I de Rusia, Joséphine de Beauharnais y José II, emperador del Sacro Imperio Romano. Desde sus ventanas se obtienen las mejores vistas del Gran Canal. Este baile conserva toda la esencia de aquellos tiempos con valses, minuetos y polkas. Para tener acceso hay que pagar 550 euros.

Otras de las celebraciones famosas es el Baile de la Extravagancia, que se desarrolla en el Hotel Mónaco, que en su pasado fue residencia de la familia Dandolo. Posteriormente fue un lugar de entretenimiento no muy santo, siendo uno de sus principales clientes el legendario Giacomo Casanova. Se encuentra en la plaza de San Marcos y una de las exigencias para asistir es llevar traje de época.

Sin lugar a dudas, el baile más esperado es el de la Fenice, en las salas Apollinee, lugar predilecto por los venecianos. Orquesta, cantantes y maestros del baile han ganado fama en su escenario. Allí se replica una gran fiesta de disfraces en un edificio que data de 1792. En su sala se han estrenado óperas importantes. La familia Venier lo tuvo como propiedad y hoy continúa siendo uno de los templos de la música en Europa. 

A lo largo de la Riva degli Schiavoni, se encuentra otro edificio construido para la familia Dandolo en el siglo XIV. Sus recepciones eran famosas y en 1822 dio paso al hotel que es hoy, el Danieli. Para preservar el valor artístico, los saraos carnavalescos se celebran en el salón Marco Polo.
Indiscutiblemente, el carnaval de Venecia conserva su elegancia y distinción y a la gente de hoy los hace viajar a un pasado de lujo, esplendor y excesos. 

@mainav