Un muchacho normal, el típico caraqueño, así se describe Bhagavan Vásquez (@bhagavanvasquez), para el que con tan solo 8 años ya era normal “ver espíritus y sentir energías”, cosa que llamó la atención de sus padres quienes decidieron llevarlo a un psicopedagogo al que comunicó con su hermano muerto. Luego de esta experiencia, fueron referidos al Instituto Nacional de Parapsicología donde tras realizar diferentes exámenes durante más de dos años les dijeron que había nacido con “una maravillosa habilidad extrasensorial que me permitía captar energías que estaban en otras vibraciones y que tendría que aprender a manejarla porque iba a convivir con eso toda la vida”, comenta el médium que ahora tiene 27 años de edad.
Como “algo que pasa de repente” describe Bhagavan sus encuentros con los espíritus de luz de los que recibe mensajes “porque necesitan cerrar algún ciclo con sus seres queridos”. Estas experiencias no buscan interferir en las decisiones humanas, pueden inspirar y entregar herramientas para que por sí mismos los receptores sanen su propia vida. “Los seres queridos no penan por nosotros, porque los lloren o porque te sientas mal por su partida” aclara y agrega que ellos se sienten mal cuando los familiares dejan de vivir y disfrutar. “No saben cómo ayudarte, necesitan decirle a su ser querido que tienen que conectarse con el amor para sanar y avanzar”.
Todo lo que nos hace crecer honra a los que ya no están en cuerpo físico según Vásquez, quien recomienda que para ayudarlos desde este plano a alcanzar la luz debemos recordarlos con alegría, agradecerles y bendecirlos, conectándonos con el amor.
Desde su perspectiva, uno de los errores más comunes de los seres humanos es tratar de mantener viva a una persona. El primer paso ante la muerte es “afrontar que esa persona ya no va a estar o ya se fue”. Segundo, “aceptar que dimos todo lo que podíamos para su bienestar a pesar de que no estuviera a su lado al momento de su muerte” porque ella llega a nuestras vidas para recordarnos que estamos de paso. “Deberíamos dejar de perder el tiempo en lo absurdo y aprovecharlo en lo realmente importante, disfrutar, amar y valorar los pequeños momentos”.
Es sus conferencias motivacionales llamadas “Entre dos mundos”, desarrolla las experiencias de todas las lecturas que ha comunicado a lo largo de estos años en el país y fuera de nuestras fronteras. Entrega herramientas para ayudar a entender que la única persona responsable de su vida es uno mismo, además de comunicar personas al azar que van sanando sus heridas y la de las personas que están cerca mostrándole a los presentes que “hay un plano espiritual al que vamos a cruzar”.
El cielo para Bhagavan es muy personal, dependerá de cada uno y sus creencias “es un lugar de amor, no hay juicios, no hay odios, no hay egos que nos mantienen atados al sufrimiento”.
Todo se resume en que nuestras almas deciden cómo morir para sanar su alma y la de los involucrados. “Cuando alguien se muere no desaparece, solo su cuerpo físico lo hace. Nuestro cuerpo espiritual se vuelve luz que guía a nuestros seres queridos”.
“Ninguna muerte es buena o mala, todas ocurren porque así tenían que ser”
