¿Cuánto cuesta una mujer? ¿Tiene precio?

Sin duda alguna esta es una respuesta absolutamente personal. Está claro que legalmente una mujer y tampoco un hombre, pueden ser vendidos ni comprados, pero ¿existe alguna manera de negociar el cuerpo de una persona?

Existen términos en la actualidad que nunca antes habíamos escuchado. Términos que denigran a la mujer porque se relacionan con su valor como si fuera una forma de transacción económica.

¿Haz escuchado la palabra Sugar, Sugar Daddy o Sugar Baby. Te suena? Palabras que incluso hacen referencia en tono jocoso a las relaciones a cambio de beneficios económicos por una de las partes. Tan insólito como cierto.

Hemos evolucionado tanto… mujer… mujer… ¿Cuál es tu valor? Tu valor es el que tú decidas. Bien reza una frase popular que dice: DATE TU PUESTO.

Una mujer no tiene precio y un hombre tampoco. Ahora bien eso depende de ti. Muchas personas podrían intentar ponerte precio y podrían lograrlo siempre que tú lo permitas.

Soy una fiel defensora del valor de la mujer. Somos más de lo que crees, somos como extraterrestres porque siempre nuestras capacidades nos sorprenden. Aunque te encuentres en una mala situación económica, créeme que por bonitas que sean las situaciones que se te presentan, nunca te sentirás orgullosa de vender tu cuerpo. NO.

Crea los caminos aunque no existan, paso a paso se logra todo. Siempre con la dignidad como aire fresco en el rostro.

¡Adelante chicas! Claro que se puede.

Geli.