SONIBERTH JIMÉNEZ
Morat está de fiesta. Además del lanzamiento de Llamada perdida, la primera canción de su cuarto disco, que muy pronto saldrá al mercado, ya organizan las fechas de su gira ¿A dónde vamos? La agrupación colombiana integrada por Juan Pablo Isaza Piñeros (voz y guitarra), Juan Pablo Villamil Cortés (vocalista, banjo, ukelele y guitarra), Simón Vargas Morales (voz y bajo) y Martín Vargas (vocalista y batería), tiene programadas cinco funciones en el Movistar Arena de Bogotá, desde el 17 hasta 24 de marzo, y luego viajará a Venezuela para cantar el sábado 26 y domingo 27 de marzo en la terraza del CCCT en Caracas.
Según explicaron en una entrevista en Bogotá, para El Universal, Llamada perdida es, metafóricamente, una guía de cómo ser la peor expareja del mundo. El tema cuenta la historia de una persona desesperada por recuperar a un amor. “Llamada perdida es una canción muy especial para nosotros. Estamos presentando un cambio súper notorio en la estética de la banda, cambiamos nuestro logo, cambiamos la forma en que nos vemos, cambiamos la forma en la que se ven nuestros videos y cambiamos la forma en que se oye nuestra música, todo de la mano de este lanzamiento”, comenta Juan Pablo Isaza.
-Llamada perdida es el primer single del próximo disco. ¿Qué pueden adelantar de su cuarta producción discográfica?
Simón Vargas: -Es un disco que tiene muchas sorpresas. Cuando uno empieza a hacer discos como parte natural del trabajo, uno siempre se hace esta pregunta de qué cambiar y qué mantener de lo que uno sacó anteriormente y muchas veces, uno está tratando de hacer ese cambio porque hay una presión externa con unas expectativas que uno quiere superar. Uno quiere romperla y que la gente se sorprenda. En este caso, la sensación que a mí me da, desde que grabamos el disco, es que si bien es cierto que hay cambios muy fuertes, me parece que son cambios coherentes.
-Están ofreciendo cinco conciertos en Bogotá y darán dos en Caracas...
Martín Vargas: -¡Sí, es una locura! Nosotros no nos lo terminamos de creer, pero igual procuramos hacer el ejercicio de ser conscientes de lo que está pasando, no darlo por hecho. Al revés, darle un sentimiento de responsabilidad importante. Pasó dos veces en el 2019 y ahora son cinco conciertos en Bogotá. Tenemos que dar conciertos cinco, diez y veinte veces mejor, y estar a la altura. Somos realmente muy meticulosos a la hora de desarrollar el show, de pensar en la energía. Nos ponemos en los zapatos de la gente que va a nuestros conciertos. Estamos muy felices.