Decorar con tonos arena para hacer más cálido el hogar
Combinado con blanco y dorado sería un estilo moderno y elegante, pero si se usan otros matíces como el blanco ocre, canela o café tendríamos estancias acogedoras y de mucha frescura

ESTAMPAS

10/09/2021 06:00 pm



Sjandra Rendón 


El beige siempre ha sido un color que nos conecta con la tierra, a la vez que nos desconecta del ruido y nos aleja de todo elemento que pudiera interferir con la tranquilidad. En la moda, representa elegancia y prestigio, en decoración de interiores, es calidez que muestra versiones más naturales que también lucen en exteriores.
 
Este tono puede verse como una tendencia tanto acogedora como atemporal y va de la mano con los muebles en madera, ratán, fibra o mimbre. Tiene la capacidad de otorgarle al lugar un estilo clásico si así lo queremos, o rústico si se combinan con otros colores como el verde oliva o terracota, y puede llegar a ser contemporáneo si elegimos otro tipo de material para el mobiliario.
 

Con el dorado y el blanco es elegancia. IStock
 
Lo que nos muestra esta opción en nuestras paredes en las salas, habitaciones y demás espacios en decoración, es que definitivamente se adapta a nuestras exigencias. El tono arena compite con el blanco; ambos son geniales para hacer ver más espaciosos los ambientes de una casa o apartamento, pero el color arena le aporta calidez y es funcional cuando tenemos poca luz, cuando estamos en la época de lluvia o cuando se trata de nuestra residencia de vacaciones.
 
El beige, por ser un color versátil, puede utilizarse en matices como el castaño claro, el blanco sucio, el ocre anaranjado o el marrón más clarito. Para seleccionar un tono que haga la combinación idónea en las paredes de una habitación podemos optar por el durazno, el café, canela, camel, chocolate, el tono teja o grises claros que le aportan un brillo reluciente. Pero si usamos el tono arena con los dorados, el maíz u otros amarillos estaríamos logrando un ambiente tanto interesante como elegante.
 
Mencionamos anteriormente que el blanco y el tono arena compiten por sus muchas cualidades en la decoración de interiores, porque cada uno tiene sus características particulares para hacer lugares extraordinarios. Pero cuando ambos se usan juntos resultan un complemento tan apropiado que uno saca lo mejor del otro.
 

El tono arena otorga una sencillez única. IStock
 
Al combinar el tono arena con el blanco, obtendremos en nuestro hogar un ambiente acogedor, cargado de frescura, de suavidad y de una elegancia envidiable y reconfortante. Esto, independientemente del lugar, es decir, si se trata de nuestra casa o la residencia de vacaciones; porque el blanco presenta lo fresco y el arena entrega la sobriedad.
 
Imaginemos una pared en tono arena, un sillón central en blanco o un gris bien clarito, butacas con tejidos en beige un tanto más oscuro, el mobiliario restante en madera, y las lámparas de ratán clásico; sólo bastará un tapete o alfombra en fibra natural para hacer de nuestra sala un lugar de referencia.


Estancias acogedoras. Fotografía Espaciohogar.com

Del mismo modo, en la decoración de interiores siendo el protagonista el tono arena en las paredes, el blanco hace presencia de manera elegante en las cortinas y demás textiles decorativos en los que se incluyen los cojines o almohadones. Será una decisión acertada si hacemos uso de las tonalidades suaves, porque ofrecerá al ambiente la sensación acogedora que se busca de la manera más sencilla.
 
En todo caso, si queremos que el beige sea el predominante en todo momento y lugar, entonces, definitivamente será un estilo moderno con un corte clásico que lucirá de forma delicada en cada esquina.

Refresquemos nuestros espacios favoritos con el tono arena; no nos arrepentiremos porque reinará la armonía que se combina con la elegancia y la frescura que tanto necesitamos en estos días.

Una sala en beige y sus tonalidades será nuestra favorita. cafeversatil.com