ESTAMPAS
Ocarina Castillo D’Imperio (*)
Lindos versos para comenzar una nota sobre el mes del amor y la amistad, porque como bien sabemos en teoría y en la práctica, la boca es la misma que habla, la que besa y la que come, razón por la cual el lenguaje, el erotismo y la comida están tan estrechamente emparentados.
En estos tiempos de cuarentena y distanciamiento físico, se nos vuelve complicado el ejercicio de esta tríada besar, comer y hablar, teniendo que echar mano de todas las sublimaciones posibles que nos provee la imaginación, las artes y la gastronomía para estimular nuestra memoria gustativa y emocional.
Así la cultura popular es generosa en frases que resumen estas conexiones: “me lo comería a besos”, “besitos de coco”, “el que quiere besar busca la boca”, “comer con los ojos”, “salió a pedir de boca”, “eres es la cereza del postre” y muchas más.
Hay quienes señalan que en nuestra infancia, cuando más apreciábamos las golosinas y las probábamos y acumulábamos por doquier, hablar, comer y besar no eran acciones escindidas, sino perfectamente conectadas y como ha intentado experimentar recientemente en el performance KISS MY KISS en Madrid, gustar y saborear “chucherías” pueden repotenciar y sensibilizar nuestra boca, permitiéndonos no sólo besar mejor sino hablar y comer más dulce.
Quizás sean los postres y golosinas la estrategia para poética y materialmente acariciarnos y enamorarnos en estos tiempos de distancia y mascarilla.