Hagamos de la escuela un espacio más saludable

MARIÁNGEL PAOLINI

22/09/2019 08:30 am



Este es el mes oficial del inicio de actividades escolares y como todo es dinámico, es cada vez más frecuente incluir a la comunidad educativa dentro del protagonismo en el desarrollo de los hábitos saludables de los estudiantes. Sin embargo, la responsabilidad de enseñar esos hábitos no recae solo en los maestros. Una comunidad educativa saludable requiere de todos los actores y envía a los niños un mismo mensaje en el hogar, la escuela y la comunidad. Los niños que asisten a una escuela saludable pueden tomar decisiones asertivas que impacten de manera positiva sus propias vidas y las de sus familias. 

No se necesita mucho para crear una escuela más saludable, así que compartiré algunas ideas para iniciar el cambio: 
1. Incorporar una alimentación saludable y actividad física en todo el plan de estudios de manera divertida y creativa. 
2. Crear asociaciones con la comunidad en general, por ejemplo, emprendedores en el área de alimentos, entrenadores físicos, psicólogos, nutricionistas etc. 
3. Brindar oportunidades de desarrollo profesional para que los maestros y todo el personal de apoyo aprendan y puedan promover una alimentación saludable. 



De igual manera, las escuelas pueden fomentar buenos hábitos de alimentación al: 
1. Desarrollar una política alimentaria escolar completa. 
2. Involucrar a los alumnos y los padres en la orientación de las prácticas alimentarias dentro de la escuela, y permitirles contribuir con una alimentación saludable y actuar de acuerdo con sus comentarios. 
3. Ofrecer alimentos saludables en comedores y cantinas escolares. 
4. Proporcionar fuentes de agua limpia y fresca. 
5. Brindar a los padres información sobre opciones de alimentos saludables y vida activa. 
6. Desarrollar un huerto escolar. 
7. Proporcionar un ambiente acogedor para comer que fomente la interacción social positiva. 

Finalmente, una alimentación saludable debe ir siempre acompañada de actividad física por lo que vale la pena desarrollar un programa de ejercicios en toda la escuela, que aliente al personal y a los estudiantes a estar físicamente activos, incluyendo a estos últimos en la toma de decisiones de qué tipo de actividad física se realizará. 

El modelado positivo del personal escolar es importante para apoyar las acciones de alimentación saludable y actividad física. Ayuda a mostrar liderazgo y compromiso en los que otros, como estudiantes y padres, pueden inspirarse. 

Un maestro que toma decisiones saludables, incluida una buena alimentación y la actividad física regular, puede tener una buena influencia en la salud de los estudiantes y, lo que es más importante, en sí mismos.