Siendo uno de los equipos clave en la conservación de los alimentos en casa, aún siguen presentándose situaciones en las que contabas con algún alimento preparado con antelación y, al buscarlo, te encuentras con la desagradable sorpresa de que está descompuesto y no es apto para su consumo. En el peor de los casos no muestran señal de deterioro pero terminan enfermando a algún miembro de la familia. Así que la función principal para la que fue concebido el refrigerador pareciera no estar surtiendo efecto.
Los objetivos al utilizar la nevera son alargar el tiempo de vida útil de los alimentos, manteniéndolos a temperaturas óptimas y así evitar el desperdicio. Con esto en mente comparto estas recomendaciones:
1. Verifica si el alimento amerita estar en el refrigerador. Tomates, papas, cebollas, miel, aceites, café y frutas enteras no requieren ser almacenadas a baja temperatura. Eso nos ahorrará mucho espacio.
2. Mantener separados los alimentos crudos de los cocidos. En especial si se trata de carnes (rojas y blancas) se deben guardar separadas. Las crudas deben mantenerse sobre alguna bandeja para evitar que sus jugos contaminen otros alimentos y esto no debe extenderse por más de 24 horas. El lugar ideal es la parte inferior de la nevera (por ser la zona más fría). Si la carne está cocida, lo mejor es guardarla en un recipiente hermético sin salsas ni huesos, por un tiempo no mayor a tres días y en la parte superior de la nevera, que es la menos fría pero igualmente segura para este fin.
3. Las frutas en el lugar más seco. Al contrario de los vegetales, las frutas se mantienen mejor en una zona seca. Las neveras modernas tienen gavetas y secciones específicas para ello, donde se puede regular la humedad y mantener la temperatura baja, evitando su deterioro acelerado. Si las frutas están picadas se deben almacenar en un recipiente hermético y consumir lo más pronto posible, de lo contrario se debe considerar la congelación.
4. Un trato especial. Algunos vegetales necesitan un microclima para mantenerse en buen estado y las gavetas destinadas para tal fin lo logran de forma muy eficiente. Por lo general se ubican al lado de la destinada a las frutas, en la parte más baja de la nevera (la zona más fría), y se pueden almacenar en bolsas para evitar su rápido deterioro.
5. La puerta de la nevera. Es el lugar menos frío de todo el equipo, así que allí se pueden colocar los productos manufacturados como salsas, cremas, untables, etc., que en su formulación contienen aditivos preservantes que ayudan a mantenerlos por más tiempo. Allí también se suelen colocar los huevos, aunque su refrigeración no es necesaria si se consumen con frecuencia.
