Si buscas una receta para consentir y hacer sentir en casa a una persona especial, quizás es una opción para ti. Silvia se inspiró para este plato en el deseo de consentir a ¨sus mejores comensales¨, su familia. Su filosofía es aprovechar al máximo los recursos y que la cocina sea práctica.

• 1 kg. de auyama 

• 300 gr. de harina todo uso 

• 1 huevo (yema) 

• Sal al gusto 

• Nuez moscada (un toque) 

• 1 cebolla mediana cortada en cuadritos 

• 1 calabacín mediano cortado en cuadritos 

• 3 ajíes dulces cortados en cuadritos 

• 1 tira gruesa de tocineta 

• Albahaca (5 hojas picaditas) 

• Sal, ajo y perejil 

• Queso parmesano 

• 250 gr. de crema de leche  

• Se le quita la piel y las semillas a la auyama y se ponen en una bandeja. Se hornean a 300° C hasta ablandar. Se reserva y espera a que estén a temperatura natural. 

• Se hace un puré y se coloca la yema del huevo, la harina, la sal y la nuez moscada. Se amasa muy bien y se añade más harina si es necesario, hasta formar una masa. Se divide en porciones y se estira hasta formar unos bastones que se cortarán en trocitos y se hunden con el dedo formando las orejitas. Se reservan. 

• En una olla, con abundante agua hirviendo, se colocan las orejitas que estarán listas cuando floten a la superficie. 

• Se corta la tocineta en cuadritos y se fríen en aceite. Se retiran, y en ese aceite se fríen: la cebolla, el calabacín, el ají dulce, el perejil, el ajo picadito, la albahaca y salpimentamos. Lo dejamos a fuego bajo hasta que todo se cocine y se ablande el calabacín. 

• Se coloca la verdura en la licuadora, se le añade la crema de leche y se tritura. Se rectifica de sal si es necesario. 

A la hora de servir:

En el plato se ponen las orejitas, se vierte la salsa, se le pone la tocineta reservada y el queso parmesano.