Lo que debe saber de los gusanos en los vegetales

MARIÁNGEL PAOLINI

02/09/2018 12:00 am



Creo que no hace falta describir la escena de terror que puede suponer disponerse a disfrutar de un rico plato de ensalada o de unos vegetales salteados y de pronto descubrir que algo se mueve en el plato… ¿Te ha pasado alguna vez? A mi ya me pasó y decidir investigar el riesgo que supone haberlas ingerido de manera inadvertida.


Me remití a una de las autoridades más confiables… La FDA y encontré que tiene un libro llamado The Defect Levels Handbook donde se establecen los "niveles máximos de defectos naturales o inevitables en alimentos para uso humano que no presentan riesgos para la salud"

Para la familia de las crucíferas (brócoli, coliflor, coles, rábanos, repollos, kalé o col rozada) por ejemplo, la FDA permite un "promedio de 60 o más áfidos y / o trips y / o ácaros por 100 gramos”. Así que existe una alta probabilidad de encontrar uno o varios gusanitos en esta familia de vegetales. 

Con las hojas como la lechuga las cifras son similares y en manual indica que estos defectos son post-cosecha y que sólo afectan la “Estética” del producto, por lo que no representan riesgo para la salud. 

Si descubres uno en el plato, quizás te preguntes al igual que me pasó a mi… y Ahora ¿qué debo hacer? y a respuesta, aunque resulte algo difícil de digerir es: No hace falta recurrir a medidas extremas… por favor no induzca el vómito, ni hace falta ir a la emergencia. Sólo relájese y trate de no pensar mucho en el asunto. Esto es una situación que su sistema gastrointestinal puede resolver solito… a peores situaciones lo hemos sometido, así que confíe.

Si tuvo la fortuna de descubrir a los indeseados visitantes antes de preparar la ensalada o los vegetales, también puede estar tranquila, ya que no causarán una infestación en su casa o refrigerador.

¿Cómo puedo disminuir el riesgo de ingerir gusanitos con los vegetales? La respuesta es realmente simple: Cuando esté en el supermercado, inspecciones con atención si hay huequitos pequeños en el vegetal o en las hojas. De ser así, es uy factible que consiga uno que otro gusano en el producto. Como ya le expliqué, no hay riesgo a la salud, sin embargo, usted puede decidir en ese momento si lo lleva o no a la casa.

Ya en casa la historia cambia, no hay oportunidad de devolverlos a la tienda, así que si los descubre en el momento de prepararlos, de nuevo, no entre en pánico… yo sé que es más fácil decirlo que hacerlo… como le dije, ya estuve allí… Sin embargo, ahora que se que no hay mayor riesgo, entonces procedo a enjuagarlos y prepararlos como acostumbro. Si me los encuentro, respiro profundamente y los retiro con una toalla de papel.

En los vegetales como el brócoli y el coliflor, los insectos a menudo se esconden dentro de los arbolitos, así que debemos ser muy acuciosos a la hora de prepararlos para el lavado. 

El lavado que sea con agua fresca, así eliminamos los residuos de tierra que pudieron quedar luego de la cosecha y entre las hojas en el caso de lechugas, espinacas, acelgas y el kale. 

Seguidamente, colócalos en un recipiente con agua a la que puedes agregar el jugo de un limón o dos cucharadas de sal para conseguir así eliminar cualquier insecto que se haya colado luego de la inspección. El vinagre, pese a la tradición que pasa de una generación a otra, tiene muy poco poder desinfectante, en especial de la manera en la que lo usamos (un chorrito en el recipiente) para que esto funcione medianamente, debemos usar una proporción 50:50 vinagre-agua.

Si el susto de encontrar gusanos se lo permite, también puede usar unas gotas de cloro a la solución de lavado. Tenga en cuenta que lo que no vemos (microorganismos patógenos) si puede enfermarnos! Si empleas blanqueador común (cloro comercial al 5.5% ó 6.0%) para desinfectar agua y alimentos, lee la etiqueta para asegurarte que no contiene colorantes ni aromatizantes. La proporción de la solución de desinfección debe ser: entre 1,5 y 3 mL de cloro en 1 litro de agua limpia. Aquí se realiza el lavado por inmersión durante 20 minutos, luego se enjuaga bien y ya quedan listos para comer o para cocinar.