¿Cuáles son los riesgos?
Aunque el cuidado de la dermis es importante, debemos considerar que el uso, sin un orden lógico, de muchos productos (cremas y sérums) de cosmética no están formulados para pieles jóvenes y causar en la piel patologías dermatológicas como dermatitis, irritaciones cutáneas o incluso intolerancia al sol a corto y largo plazo.

Igualmente, esta obsesión puede desencadenar trastornos alimentarios y problemas de autoestima en la búsqueda de la perfección estética.

No obstante, los niños también pueden sufrir este trastorno, según reseña un estudio publicado por un equipo del Center for Children's Environmental Health de la Universidad de Columbia (Nueva York) que analiza al público más infantil (menor de 12 años). “De los niños que usan productos cosméticos, el 36% utiliza principalmente productos infantiles. Esto implica que la mayoría de los niños que los usan también están expuestos a productos corporales y de maquillaje creados para adultos”, afirma la investigación, recogida en International Journal of Environmental Research and Public Health reseñada por El Diario de España.


Antes de iniciar una rutina de skincare es recomendable consultar con un dermatólogo

¿Cómo superarlo?
El punto de partida para lograrlo está en limitar el uso de las plataformas digitales, además, requiere del acompañamiento de un experto en el área psicológica que oriente a la persona a cultivar su autoestima y a aceptarse tal como es.

También, asesorarse con un dermatólogo que pueda indicarle la rutina de cuidado acorde a su tipo de piel y el uso correcto de los productos.