REDACCION ESTAMPAS
En la actualidad, las redes sociales como TikTok, Instagram, X, entre otras, ocupan un papel esencial en la cotidianidad, ya que permiten comunicarse y compartir experiencias. Sin embargo, estos no son los únicos beneficios que ofrecen estas plataformas, que mediante las imágenes difundidas en sus espacios también se promueven y posesionan marcas y estereotipos que llevan a sus usuarios a caer en comparaciones estéticas que suelen ser el punto de origen de algunas adicciones como la cosmeticorexia.
Conocida como la adicción beauty, esta patología aumentó después del confinamiento por la pandemia de la Covid-19. Durante ese período, las personas priorizaban el cuidado de la piel y la salud en general, lo que llevó a este trastorno psicológico, que afecta principalmente a los adolescentes que buscan imitar a algunos influencers sobre su estilo de vida y apariencia física, y se refiere a la compra compulsiva de cosméticos con el objetivo de frenar el envejecimiento.
La piel joven es más sensible a la irritación