El importante reto de afrontar las transformaciones negativas que está sufriendo el planeta es clave para dejarle un mejor lugar y con mayores oportunidades a los pequeños, por lo que conocer sus consecuencias a largo plazo es imperante. En este sentido, un informe publicado recientemente por Save The Children indica que los nacidos en 2020 sufrirán siete veces más olas de calor y el doble de incendios, en comparación a sus abuelos.

Asimismo, se estima que quienes ahora son niños, en un futuro atravesarán 2,6 más de sequía, el doble de incendios forestales y 2,8 de inundaciones, por encima de los nativos del año 1960. Para los infantes que viven en zonas rurales, o campestres, esto supone un grave impacto, ya que afectaría la cosecha en un 2,8, así como sus medios de trabajo, lo que profundizará el deterioro en su calidad de vida y la pobreza.

Esta organización en su portal web señala: "Las recientes olas de calor en Estados Unidos y Canadá, los incendios forestales en Australia, las múltiples sequías que están provocando crisis alimentarias en lugares como Afganistán, Madagascar y Somalia, demuestran claramente que ningún lugar es seguro. En Europa, los niños y niñas nacidos en 2020 se enfrentarán a más del doble de sequías durante su vida que sus abuelos. Sin una acción urgente, estaremos dejando un futuro devastador a nuestros hijos e hijas", y enfatiza el llamado a tomar medidas urgentes para reducir el impacto.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas en su objetivo 13 de la Agenda de Desarrollo Sostenible contempla la necesidad de ejecutar acciones climáticas en cooperación con los distintos países y apelando a su voluntad para reducir el riesgo que causa el calentamiento global. De este modo, se tiene como propósito trabajar en pro de disminuir la temperatura del planeta a 1,5°C.

Para esto, es necesario el esfuerzo de todos, ya que los gases de efecto invernadero, que impactan severamente en el calentamiento global, continúan acumulándose de manera acelerada. Entre ellos, el que más destaca es el dióxido de carbono. Al respecto, en agosto de 2021, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático señala la actividad humana como la principal responsable de las alteraciones que sufre el planeta, además de catalogar la irresponsabilidad de las industrias de combustibles fósiles y los gobiernos de países desarrollados, ya que estos emiten el 86% de CO2.

Entre las consecuencias ya evidenciadas, se ha observado de igual manera el incremento del nivel del mar, lo que provoca inundaciones. Además, el planeta de modo agudo padece el derretimiento de sus glaciares, mientras que el calentamiento oceánico ocasiona el descongelamiento del hielo marino.

Estas razones deben representar los 24 de octubre de cada año cuando se celebra el Día Internacional Contra el Cambio Climático, un importante llamado a la acción y a la sensibilización para que se involucren las empresas, gobiernos y ciudadanos en las medidas para limitar el calentamiento global.

Para ello, Save The Children incentiva el financiamiento y el liderazgo para trabajar en las acciones climáticas. Pues, dejarles un lugar mejor a los niños, con oportunidades de desarrollo para el futuro, es un compromiso que debe ser asumido por todos, e informarnos sobre las consecuencias ayudará a tomar decisiones adecuadas y a exigir que se ejecuten las medidas para proteger el planeta. De esto, dependerá además que se garanticen los derechos de la infancia.