El poder de agradecerle a diario a tu pareja
La mala costumbre de “dar por sentado”, muchas veces lleva a la desmotivación dentro de la relación y luego queda un brinco muy corto hasta el desamor

ATENEA ANCA

23/04/2021 06:00 pm



Atenea Anca


Quiero que este artículo les ayude a prestar atención a esas pequeñas cosas que sus parejas están haciendo y que pasan desapercibidas, y en tal sentido, no son agradecidas.

No se habla ni se agradece pero Juan Carlos, que trabaja desde casa sin horario fijo, todas las noches programa el despertador a la hora que su pareja necesita levantarse porque teme que llegue tarde al trabajo por esa costumbre de ignorar las alarmas. Begoña todas las mañanas piensa con creatividad cómo variar el desayuno para que su pareja no se aburra, aunque ella podría desayunar lo mismo cada día sin problema. Pedro lleva a su pareja al trabajo para que no use transporte público y esa actividad ocupa 40 minutos de su apretada mañana. Patricia le ubica constantemente el tapabocas a su desordenado esposo y se lo deja en la entrada de la casa para que nunca salga sin él. Arturo se acuesta tarde y cada noche le quita los lentes a su pareja, los pone en la mesa de noche, le apaga la luz y la arropa para que no le dé frío. ¿Lo ves? Muchos actos de amor de los que no se habla.

¿Cómo serían las relaciones de pareja si nos dedicáramos varias veces al día a agradecerle al otro lo que hace por nosotros? Muchos pensarán “pero es que nosotros dividimos las tareas y cada quien hace lo que le toca” pero si cada actividad fuera recompensada con un sincero “gracias” y bonita mirada, ¿no se sentirían mejor cada vez que afronten la lista de actividades que escogieron tomar en esa repartición?

¿No se sentiría mejor la persona que friega los platos si al terminar se le dijera “muchas gracias por dejar todo limpio”?, ¿y la que compra el pan, la ropa, la comida?, ¿y la que baña al bebé?, ¿y la que cocina?, ¿y la que paga el condominio? ¡Hay tanto que agradecer!

Si te cuesta imaginarte cómo esto mejoraría la relación, imagina que tu pareja te entregue agradecimientos por esas cosas que cada día realizas, desde las más simples hasta las más complejas. Sentirías que te presta atención, que eres importante para su bienestar, que tiene empatía, que vale la pena hacerlo, que lo haces bien y tantas cosas más. Ahora piensa que, si tú entras en la misma onda, tu pareja sentiría eso mismo. ¡Qué refrescante sería eso para la relación!

Obviamente no es fácil ser consciente de todo aquello que olvidamos agradecer. Y hay otro obstáculo que es pensar que si no es recíproco, no sirve. Pero te digo que es mejor que empieces tú porque eres quien está leyendo estas palabras. Tras un par de días de agradecimiento puedes sentarte con tu pareja y preguntarle si ha notado algo diferente en la dinámica y sugerirle que adopte la misma actitud.
 
En relación a hacer consciente todo aquello que dejamos sin agradecer, te sugiero que te sientes con lápiz y papel, a solas o con tu pareja, para hacer una lista de todo aquello que te viene a la mente desde que amanece hasta que anochece cada día. Haz un repaso por todos los días de la semana y vas anotando esas acciones que te han parecido merecedoras de un agradecimiento. Luego lee la lista cada día para que cuando vayan ocurriendo estas acciones, puedas recompensárselas.
 
También es posible que te sientas como un disco rayado diciendo “gracias, gracias, gracias”. Por eso, te dejo algunas alternativas: asentir con la cabeza, sonreír viéndole a los ojos, darle un beso en la frente, en los labios, en la mano, en el hombro, abrazarle, usar expresiones diferentes como “¡qué bien te quedó!”, “¡cuánto tiempo me ahorraste!”, “qué bueno(a) eres para estas cosas”, “mi vida es mejor contigo al lado”, “¡qué gran equipo somos!” y un largo etcétera de opciones para enviar el mismo y hermoso mensaje.

Y a ti que leíste hasta aquí: muchas gracias.

Atenea Anca en Redes Sociales: Instagram: @clinipareja