Francesca Zumbo
Su familia es su prioridad y después FUNDANA, así que su vida transcurre entre encuentros familiares y su actividad profesional.
“Amo a mi país, nada como respirar nuestro aire al llegar de un viaje, saludar a nuestra gente, sentir la calidez y la alegría de ser venezolana”, dice al inicio de la conversación.
Sus abuelos fueron judíos de la alta Europa, procedentes de Rusia y Polonia, que primero migraron a Cuba y finalmente se establecieron en Venezuela.
Ha vivido motivada por los valores éticos provenientes de su origen judío y por tener el privilegio de nacer y crecer en Venezuela.
“El hogar judío ha sido respetado no solo por su intimidad interna y nivel espiritual elevado, sino también porque sus puertas están siempre abiertas para los necesitados”, esta frase publicada en una edición del diario Nuevo Mundo Israelita nos acerca al sentir de una comunidad que ha contribuído durante años al crecimiento del país.
Francis expresa su felicidad al trabajar en las comunidades, porque está segura de que los venezolanos somos realmente únicos en el mundo, porque nuestra forma de relacionarnos es característica.
Una vida llena de acciones generosas
SENSIBILIDAD MÁS ACCIÓN
Al conversar con ella se percibe un alma sensible y se siente admiración por su vida llena de acciones generosas que la hacen pilar de su hogar y de FUNDANA, la institución que fundó hace más de tres décadas junto a sus amigas Sandra Krygier y Elsa Levy, cuando las tres siguieron su pasión por crear un mundo mejor.
“A principios de los 90 éramos tres jovencitas empeñadas en hacer algo por mejorar la calidad de vida de los niños abandonados que estaban en nuestro entorno, pero tuvimos el valor y la energía de actuar sin detenernos ante la adversidad”.
Actualmente FUNDANA, la Fundación del Niño que Amerita Protección es un modelo en la atención de niños y familias en situación de máxima exclusión social, no es una institución, es un hogar conformado por personas valientes, preocupadas y ocupadas en cambiar el destino de niños en riesgo y de conformar familias basadas en el respeto.
Es inspirador escuchar a Francis decir que su principal objetivo es “Dejar el mundo mejor de como lo encontramos”.
Cuando hablamos de retos actuales, Francis hace énfasis en la necesidad de cambiar el paradigma educativo basado en el castigo para enseñar: “En FUNDANA estamos comprometidos con una nueva educación familiar basada en el buen trato, en el establecimiento de límites claramente definidos. Lo principal es crear familias y personas que entiendan que la comunicación asertiva desde niños es lo que va a generar un mundo diferente”.
El trabajo comunitario que realizan es brindar atención integral a familias, abordar los aspectos necesarios para que vivan un proceso de transformación real: cuidan su nutrición, su salud, brindan apoyo psicológico y acompañamiento social.
“Tengo la suerte de venir de una familia muy unida, por nuestros valores siempre me dejaron ser yo misma y promovieron mi aprendizaje, mi padre tenía una biblioteca que no cabe en tres cuartos, era un gran intelectual. Si te sientes seguro, si sabes que tienes un lugar a dónde ir y personas que te respaldan, tienes bases sólidas para funcionar en el mundo”.
¡HAY QUE ACTUAR!
Al preguntarle sobre si siente que ha cumplido sus metas, responde sin vacilar:
¡Todavía falta mucho por hacer!, ¡hay que actuar!, eso transmite su esencia, su fuerza para vivir cada día con el propósito de generar bienestar.
Asegura que profesionalmente se siente realizada porque desde que decidió estudiar Psicología sintió que su vocación era ayudar a las personas, el trabajo en la fundación le ha permitido aplicar conocimientos que son la base de los principios y valores de FUNDANA.
“No se trata de preocuparse, se trata de ocuparse, cada uno puede aportar algo”.
Francesca Zumbo
francescamzumbo@gmail.com
