Aroldo Betancourt: de Dios Ra a padre enamorado
El actor venezolano ha pisado diferentes escenarios y sets televisivos, demostrando así sus grandiosas habilidades, además de ser un modelo que ha estado para sus hijos en todo momento

ESTAMPAS

01/07/2022 06:00 pm



Eliza Pérez 

Cada persona es un mundo, y Aroldo Betancourt es un actor / animador venezolano que se destaca por ser tan diverso, ya que no solo se centró en la televisión, también tuvo la oportunidad de estar en el teatro, y durante la pandemia, crearse un nuevo universo a través de las redes sociales.

Por encima de sus habilidades actorales, se encuentra la de ser padre, que se mezcla a la perfección, donde pudo aprender y enseñar a sus hijos de la mejor manera, e incluso hoy en día sigue en esta etapa de crecimiento, con el nacimiento de su hija Arantza hace 9 años.

Para julio de este mismo año, Aroldo personificará al Dios Ra, un personaje con un rol importante dentro de la obra “César y Cleopatra”, que se estrenará el viernes, 1ro de julio y tendrán dos fechas más, el 2 y 3 del mismo mes en el Teatro Teresa Carreño.

Para el actor, este personaje es totalmente maravilloso e impresionante porque el Dios Ra, quien es parte del Antiguo Egipto, claramente no es un ser humano y es cuando entra en juego la investigación, la interpretación soñadora y entrelazar la fantasía.

“Mi personaje hace el prólogo, sabe todo lo que va a suceder, yo lo estoy disfrutando”, comparte Betancourt. “Dios Ra llegó en un momento determinado de mi vida. Cuando sale el sol, me pregunto ‘¿Dónde estará Ra?’. Yo he realizado mucho teatro en mi vida, pero hay momentos que te dices, ‘Tengo que hacer esto’, y eso está entre lo maravilloso del actor y lo fantástico de la ilusión”.


Arantza Valentina la pequeña de sus hijos, con ella nuevamente se convierte en padre

Su ingreso al elenco de “César y Cleopatra” fue gracias a José Tomás y Eduardo Viloria, co-directores de la obra, quien luego de un encuentro, apareció esta gigante invitación que el actor agradece con todo su corazón.

“Enfrentar un reto nuevo y de pasar la pandemia en Venezuela después de vivir un tiempo en España, se me presentó esta mágica oportunidad”.

Él acota que como actor, es todo un sueño el poder hacer este montaje porque es una historia que tiene muchos años, que se ha hecho en Broadway, en películas, y que además montarlo en el Teatro Teresa Carreño le parece increíble.

Cuando se le pregunta si tiene tiempo sin pisar las tablas del teatro, comenta que llevaba años sin volver, y que hacerlo con esta obra es maravilloso.

“Creo que todos los actores venezolanos, independientemente estén en el país o no, soñamos con hacer algo así en una sala como la del Teresa Carreño, porque es un gran escenario, se han llevado a cabo diversos eventos, pero, ¿hacer un espectáculo como este? Para mí, es algo grandioso. Llegar al Teresa Carreño, es llegar a soñar de nuevo después de muchos años. Volver siempre es mágico, no solo los actores, también el público, que la gente vuelva a ver un clásico que fue creado para un escenario gigante como lo es la Sala Rios Reyna. Como actor me siento honrado de ser parte del elenco”.

¿Qué tal ha sido trabajar con José Angola y Silvia De Abreu?

Ha sido maravilloso. Hay muchas cosas que me enamoran, una de ellas es ver a las personas realizando su trabajo. José Tomás es un gran actor, un gran escritor, tiene una energía hermosa como creador, y aunque a Silvia la estoy conociendo en este momento, tiene una capacidad extraordinaria de trabajo; ambos actores son un guapo César y una hermosa Cleopatra, saben lo que están haciendo, tiene una experiencia teatral pedagógica excepcional, y para mí es encantador poder trabajar con ellos.



Con mucho amor para dar como padre

El lado paternal de Aroldo, según sus palabras, es ser alguien enamorado de sus hijos y de verlos crecer hacia un camino que les permita ser buenos hijos, así como buenos padres.

El actor tuvo a Adelmo y Ronald a una edad temprana, cuando tenía 20 años. Él siente que fue increíble haberlos tenido a esa edad, porque no solo él vio crecer a sus hijos, ellos también tuvieron la oportunidad de ver crecer a Aroldo como actor y también como padre.

“Ser padre es una de las mejores experiencias que he tenido en la vida como ser humano”, declara Betancourt.

También confesó que sus hijos mayores no viven desde hace varios años en Venezuela, no por situación país, sino porque se les dio la oportunidad de estudiar y trabajar fuera. Ellos se fueron desde muy temprano.

Sin embargo, a pesar que él con sus hijos se llevan cerca de 20 años, la vida le otorgó una niña pequeña a una edad madura, Arantza Valentina, quien es la pequeña de la casa y que con ella nuevamente se convierte en padre. “Me siento orgulloso y honrado de mis hijos, porque también en ese lazo, soy abuelo y me hace sentir orgulloso de lo que soy, de ser venezolano”.

Él continuó, “Creo que todos los hombres que tienen hijos deben sentirse orgullosos de ser padres, aunque lastimosamente no todos son así. Hay padres chéveres y otros que no, hay algunos que se preocupan de sus hijos de manera intensa y otros que desaparecen. Dios me dio la oportunidad de tener hijos, verlos crecer y que tomaran caminos independientes”.

El actor revela que, aunque sus hijos y nietos estén en diversas partes del mundo, aún se mantienen en contacto para saber de cada uno de ellos, y que como padre, quiere que sus hijos aún sigan estudiando, sigan creciendo para ser personas de bien.

“Quiero ser padre hasta que me toque desaparecer e ir a otro plano, pero orgulloso y enamorado de mis hijos”.

Aroldo, siendo el actor que es y con sus años de trayectoria, confiesa que ninguno de sus hijos mayores les atrajo el mundo de la actuación y se fueron por ramas totalmente distintas como lo son la Química y el Business.

“Adelmo y Ronald vieron mi proceso de crecimiento como actor, lo que me parece una cosa hermosa porque es un balance que haces en tu vida de ‘qué has hecho en tu vida para hacer el actor que quieres’, y creo que he representado frente a mis hijos el padre que soy, todo enamorado”, comparte Betancourt.

Él es partidario de que los hijos deben elegir lo que les gusta y no lo que los padres quieren que sean, ya que los caminos y destinos son diferentes para cada ser humano. “Lo que se debe hacer es respetar las decisiones y cada quien elija lo que quiere elegir”.

Revela que a sus hijos les gusta que él haya sido el actor de la casa, y piensa que Arantza es quien tiene la “columna vertebral” de ser la siguiente actriz, pero que aún no sabe si realmente eso es lo que quiere su hija. Aroldo espera que su hija, independientemente de no elegir la rama de la actuación, estudie una carrera que le apasione.



¿Cómo ha sido vivir la paternidad con Arantza Valentina a esta edad? ¿Ha sido complicado?

Es una carrera contra el tiempo. No es igual como con mis hijos grandes, quienes tienen 40 años e ir paralelamente creciendo con ellos que con una nena. No es lo mismo ir a cierto sitio con hijos pequeños siendo uno joven, que con una niña y a esta edad, además, tener una niña es totalmente diferente a tener varones.

Es el mismo amor, la misma pasión, pero las niñas son totalmente diferentes. Un ejemplo, con mis hijos nos íbamos a la playa, los montaba en la camioneta, llegábamos, les decía “pónganse el traje de baño y láncense”. Con la niña es distinto porque primero, es una dama, si tiene ganas de ir al baño y anda conmigo nada más, la responsabilidad es grande.

Sin embargo, todo me parece una maravilla. Me alcanzó en una edad donde quiero que ella sepa qué es lo que hago, la llevo al teatro, anda conmigo, y a pesar que no es fácil, porque es una lucha entre 9 y 62, son velocidades diferentes pero con un solo camino, donde sea una niña de bien, que estudie, que tenga una visión.



¿Cree que existe un estigma con respecto a las personas que quieren tener hijos después de los 50 años?

Sí existe, pero por los mismos enfrentamientos sociales tipo, “No estoy en la época, el dinero no alcanza, no estoy para tener hijos”, y también los que piensan que si ya están cansados a los 40, ¿cómo van a tener un hijo a los 50?

Yo nunca me lo pensé, llegó en un momento determinado y dijimos, “allí está” porque no nos planificamos porque nació y apareció, pero si hay personas que se ponen a pensar que cómo van a tener hijos después de los 50. Lo que sí es un compromiso.

Aunque en lo personal nunca tuve ese estigma de tener hijos a cierta edad, nunca me imaginé que después de haber tenido a mis dos hijos, 40 años después iba a tener una niña.

Para todas estas cuestiones emocionales, solo existe Dios, que es el que nos da la vida, nos da el destino, y yo acepto mi destino porque creo que Arantza vino para hacer otro camino en mi vida. Sueño verla crecer.



¿Qué consejo le daría a esas parejas que están en la dulce espera?

Cierren los ojos, abran el corazón. No piensen en nada, solo reciban a sus hijos como Dios y la vida los manda. Que sueñen con los hijos que vienen, que los vean crecer, que ayuden intelectual y económicamente a los sueños de sus hijos mientras estén de acuerdo.

A los padres que están esperando les digo que le den gracias a Dios porque es una bendición tener un hijo. Y si Dios me da otro hijo, bienvenido sea, no tengo ningún problema.

Mensaje a los lectores:

Los quiero mucho, son una gente chévere. Que nos sigan y que sigan leyendo los increíbles artículos que se hacen para Estampas. Los lectores de la revista tienen la calidad que tiene Estampas, que se han atrevido a hacer entrevistas, a buscar e indagar dentro de las emociones e individualidades y me parece algo hermoso.

Aroldo Betancourt
@betancourtaroldo

Eliza Pérez
@e_isabella

Fotografías:
Yulia Spinoso
@soygsc

Agradecimientos:
Anakarina Fajardo
@karitopia

Sport Park Los Campitos
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