Evita la ley del hielo en tu relación
Puede convertirse en un patrón de comportamiento desgastante que se refleja en poca inteligencia emocional. Preguntémonos; ¿sirve de algo actuar así? Mejor apuesta a una comunicación estratégica orientada a la resolución de conflictos

ATENEA ANCA

29/04/2022 06:00 pm



Tras una acalorada discusión de pareja que no los llevó a concluir nada positivo ni a llegar a acuerdo alguno, muchos deciden quitarle la palabra a su pareja hasta que ésta pida disculpas o hasta que los ánimos se calmen. Esta espera puede tomar días, semanas, y para algunos, llega a ser cuestión de meses. Sí, ¿te imaginas que un ser querido te quite el habla por más de un mes por una discusión en la que no se entendieron?

Existen dos tipos de “leyes del hielo” dentro de la relación de pareja:


(1)
Conversan lo mínimo indispensable para poder convivir, por lo que se suelen hacer preguntas y obtener respuestas muy cortas con monosílabos si es posible. Por ejemplo, ¿vas a querer cenar? ¿a qué hora llegarás? ¿te llamaron del banco? Pero se omiten temas emocionales como ¿qué tal estás? ¿cómo estuvo tu día?

(2)
Se ignoran por completo; es decir, actúan como si la otra persona no estuviera en el mismo espacio físico, incluso pudiendo compartir espacios tan reducidos como la cama. Que actúen como si fueras transparente, puede resultar muy ofensivo.

También podríamos plantear otra clasificación:

(a)
Cuando ambos deciden hacerse la “ley del hielo” e ignorarse por completo o comunicarse lo mínimo indispensable.

(b) Cuando es uno el que decide cortar la comunicación y responde cuando no le queda más remedio a los temas de conversación que le plantea su pareja, quien desea retornar a la normalidad.

¿Sirve de algo actuar así? Algunas personas consideran que ese espacio los ayuda a calmarse y no decirse cosas de las que luego podrían arrepentirse. Pero la mayoría piensa que es un patrón de comportamiento desgastante que sólo refleja la poca inteligencia emocional de quien lo utiliza como estilo de comunicación.
 
Lo cierto es que es innecesario caer en silenciar nuestras comunicaciones de esta manera. Sería más maduro, asertivo y sano poder decirle a la pareja lo siguiente: “esta última conversación me afectó mucho y no tengo la calma que quisiera para seguir conversando este asunto. Te sugiero que dejemos el tema y cuando creamos que podemos volver a hablarlo, retomemos. Por los momentos, te pido un espacio de un par de horas a solas para calmarme.” Porque si tenemos un buen manejo emocional, no necesitaremos más de 2 horas para organizar nuestros pensamientos y dejar el caos emocional atrás. Eso no quiere decir que si volvemos a recordar el incidente, estaremos como si nada. Claro que no, de hecho, al recordarlo podemos volver a molestarnos pero deberíamos ser capaces de ponerle pausa para tener una estrategia al hablar.

Esta conducta es pasivo-agresiva y debemos intentar eliminarla de nuestro repertorio de conductas. No importa si las aprendiste de tus padres, no la repitas. Apuesta a una comunicación estratégica y empática orientada verdaderamente a la resolución de los conflictos, porque hacerle la “ley del hielo” no resuelve nada y deja un muy mal sabor de boca que se acumulará en el distanciamiento emocional y desamor de la relación.
 
Clínica de la Pareja: @clinipareja