El amor no se acaba en un parpadeo
Las relaciones poco conflictivas hacen que el calendario avance sin mucho cuestionamiento. El deterioro ocurre paulatinamente y no se es consciente de ello

ESTAMPAS

01/12/2023 08:00 am



Atenea Anca

Alejandra un día se despertó, observó a su esposo en la cama y dijo: “No lo amo”. Era una certeza dolorosa e impactante. Ella no entendía cómo había pasado esto. Lo miraba y ni siquiera le gustaba. Se hizo algunas preguntas para asegurarse de su sentir: “¿Me importaría que se fuera hoy de casa? ¿Me dolería que tuviera a otra persona? ¿Tengo miedo de arrepentirme?” y fueron 3 respuestas fáciles y negativas. ¿Qué le pasó? No había ocurrido nada impactante que explicara lo que sentía. Temía hacerle daño y sentía una considerable cuota de culpa por sus deseos de terminar la relación ese mismo día.

 
Alejandra se siente muy impactada porque no entiende cómo puede no amar a Marcos, un hombre tranquilo, cercano, evitador de conflictos, conversador, con quien tiene una bonita relación de complicidad y empatía, en fin, una relación que su entorno consideraba perfecta. ¿Y cómo es que se dio cuenta de lo que sentía de un día para otro?

La realidad es que el amor se fue deteriorando y ella no lo tuvo consciente porque las relaciones poco conflictivas hacen que el calendario avance sin mucho cuestionamiento. Pero eso no significa que Alejandra se sintiera bien en su relación. Sólo no se sentía mal. Me explico bien a través de un paseo por su proceso terapéutico para afrontar el divorcio. Marcos es un hombre tan tranquilo que no defiende sus propios deseos, mucho menos los de Alejandra. Ella es una guerrera y es la defensora de la familia. Marcos, aunque tuviera algún tipo de deseo sexual una noche, no la buscaba porque sabía que ella estaba cansada y no quería incomodarla. Además, no le soltaba comentarios eróticos en ningún momento para no mostrarse como un tipo insensible que sólo buscaba el sexo. También ocurría que Marcos no tenía mucha proactividad en el hogar y hacía las cosas de muy buena gana pero si era Alejandra la que las pedía. Él no quería llevarle la contraria en el mantenimiento del hogar.
 
Adicionalmente, Marcos no tiene muchas metas laborales y se ha mantenido en la misma empresa haciendo prácticamente lo mismo los últimos 15 años y, según él, para qué se va a poner a inventar con cambios sabiendo que le gusta lo que hace. Claro, Alejandra nunca lo ha visto realmente entusiasmado y eufórico. Y recordando su historia, todos los pasos importantes de la pareja, fueron impulsados por Alejandra y aceptados por Marcos: viajar, comprometerse, casarse, tener dos hijos y comprar una casa. Ella lo propuso todo y a él le pareció bien. Pero claro, Alejandra no ha sentido nunca que él haya querido dar pasos con ella por convicción sino por aceptación.
 
La realidad es que Alejandra lleva 13 años tratando de admirar cosas de Marcos al mismo tiempo en que, erradamente, se encargaba de hacer ella lo que esperaba de él, hasta que un día se dio cuenta que todos estos años no lo ha admirado y que a Marcos lo sentía como un hermano menor. No se había dado cuenta que tenía mucho tiempo sin tener sexo y culpaba a lo atareada de su vida o a las hormonas. Muchos años habían transcurrido y Alejandra no se había dado cuenta que no besaba a Marcos. Sus planes se centraban en los hijos, comer algo rico y ver la serie del momento en la televisión. No había pasión ni tampoco conversaciones profundas y movilizadoras. Los planes de la pareja no pasaban de sueños tipo “un día iremos a Japón de vacaciones.”

Alejandra fue lentamente dejando de amar y la paz en su matrimonio no le permitió darse cuenta de lo que estaba pasando. Así que, si te identificas con esto, reacciona y háblalo a tiempo. Tal vez una terapia de pareja cuando tenían 2 años juntos hubiese resuelto esto con un desenlace diferente.