¿Te ha pasado que estás en una relación de pareja, y de pronto, una persona empieza a llamarte poderosamente la atención? Sin darte cuenta, deseas coincidir con esa persona cada vez que sea posible, le hablas a otros sobre esa persona sin importar que el tema de conversación no tenga nada que ver, te encuentras pensando de la nada en algo que dijo o hizo, y si ya se intercambiaron teléfonos, revisas el teléfono constantemente para ver si te escribe o si está en línea. Puede que no haya pasado una infidelidad porque sólo fantaseas con esa persona ¿cómo besará? ¿tendrá pareja? pero la realidad es que esa persona es una “tentación” y te pone en un alto riesgo de cometer una infidelidad si hubiese reciprocidad.

Muchas personas aceptan que existe una química abrumadora con esa persona y, en lugar de entender que la atracción irá a más, creen que son capaces de mantener sólo la amistad. Así, intercambian teléfonos y comienzan a mantener una cercanía emocional con esa persona. Generalmente inician con mensajes de tanteo “¿cómo estuvo tu día?” o excusas simples “¿llegaste bien a tu casa?”. Ese primer mensaje es el inicio de un claro camino que se complica cuando se detecta que del otro lado también hay un interés evidente. Empezarán a contarse cosas como si se tratase de dos amigos que se están conociendo, la pasarán bien y reirán sin notar que han pasado horas conversando. El vínculo emocional se irá desarrollando y querrán cada vez más porque las hormonas que empezarán a segregar los impulsarán de manera efectiva. Las endorfinas los harán sentirse más felices cuando conversan con esa persona, la adrenalina por la novedad y lo prohibido los hará sentirse más vivos que nunca, la oxitocina hará que quieran vincularse cada vez más y la testosterona los hará desearse desenfrenadamente.

¡Pausa! Pero estás en una relación de pareja en donde hay compromiso y se suponía que amabas a esa persona. ¿Qué ocurre? ¿por qué sientes esto por otra persona? Ahí surge la confusión. Algunas personas intentarán no ir a más porque son más las ganas de ser fieles que de vivir esto que sienten sin frenos, pero muchas personas decidirán darse el permiso de vivir esta historia paralela sin ser capaces de entender el riesgo real que enfrentan. “No se dará cuenta”, “borraré todo rastro”, “serán unos días y ya”, “lo negaré hasta la muerte”, “sólo me dejaré llevar hoy”. Todas son frases motivadoras para transitar un camino complicado que muchas veces termina en una crisis de pareja tremenda, sea o no descubierta la infidelidad. Porque es imposible que una persona que está viviendo una relación de enamoramiento con otra, entregue el 100% de su amor a su pareja.

 
Algunas personas están tan distraídas en la cotidianidad que no detectan algún cambio, pero otras, notan rápidamente los cambios en el comportamiento y buscan hasta encontrar pruebas. Puede que sólo hayan llegado a unos mensajes subidos de tono, pero también puede que hayan desarrollado una relación de pareja paralela. Sea cual sea el caso, hoy sólo quiero dejarles la siguiente reflexión: Hay que detectar las tentaciones reales rápidamente y alejarlas de inmediato si no quieren cometer una infidelidad.

Desviar la energía de la pareja a esa persona que acaba de llegar a tu vida, no sólo perjudicará tu relación con tu pareja actual, sino que podrías dejarte llevar y cometer una infidelidad porque el sentir puede llegar a ser muy intenso. Algunos pacientes me confiesan que sienten que eso que les pasaba con esa tentación los tenía trastornados y que ya no razonaban ni medían los riesgos.