Ellos, artífices de la más pura alquimia vestural, llevan además cosido a su corazón con hilos de oro, el buen hacer del venezolano, y proviniendo de un país como el nuestro, están habituados a la belleza en todos los sentidos, tanto, que son sus guardianes perennes.

Uno de esos guardianes es Aura Marina Hernández Acosta, que desde el terreno de las relaciones públicas ha sido una cuidadora y ha impulsado y pulido el talento de muchos profesionales en distintas áreas conexas a la industria de la moda. Con un ojo cultivado y una vasta experiencia en casas como Dior y Louis Vuitton, Aura Marina Hernandez, o Blue, como es llamada de cariño, ha construido puentes para que el talento venezolano brille en el exterior, es por eso que se convierte en un verdadero lujo tener su consejo y su criterio en estas páginas.

La moda, es una remembranza del pasado, una muestra del presente y una premonición del futuro, en esta ocasión viaja hacia la eternidad a través de estas páginas, y de las manos de sus protagonistas.

 
Son el talento y la belleza los mejores voceros del exquisito trabajo de los diseñadores venezolanos, y aunque hemos sido testigos del imaginario de algunos de los más reconocidos y laureados actualmente, hay que hacer mención especial para todos aquellos que trabajan incansablemente día a día en sus propuestas con esmero y su creatividad a disposición de las costuras, y que no han sido mencionados en este trabajo. Para ellos y para los jóvenes que empiezan a edificar su carrera, va dedicada la belleza que hay impresa en estas páginas.