Sjandra Rendón
Socializar mejora cualquier condición tanto en humanos como en animales, y para estos últimos aportamos en esta oportunidad algunas recomendaciones cuando la ansiedad se apodera de ellos y les incita a hacer desastres en casa.
El doctor
Luis Esteban Ruiz, médico veterinario magíster en Medicina y Cirugía de Pequeños Animales,
@vetplusveterinarios, explica que desde los primeros meses de vida de nuestros perros debemos hacer que socialicen tanto con personas como con otros animales. Deben oler y observar a la gente y a otros peludos para comenzar a desinhibirse y conocer qué ocurre a su alrededor.
De esta manera van diferenciando también lo que podría representar peligro para ellos o lo que les hará sentir seguros y cómodos, permitiéndoles moverse con facilidad, sin miedos y aprendiendo a controlarse en cualquier ambiente.
Serán felices con un paseo diario. La Vanguardia
Pero, antes de continuar con las recomendaciones, vamos a pasearnos un poco por las posibles causas que generan esta ansiedad en los perros. Por ejemplo; entre las primeras razones se encuentran la separación, es decir, cuando pasan largo rato solos en casa. Esto les da mucho estrés, desesperación y aburrimiento.
Las mudanzas constantes, ausencia de contacto físico o escasa manifestación de cariño, ruidos fuertes o estruendos todo el día, partida de algún miembro de la familia y la falta de ejercicio o juegos son otras de las razones que generan ansiedad en los perros.
Estas situaciones provocan en ellos la destrucción de todo cuando tengan a su alcance, ladran sin parar, tiemblan, buscan montar objetos, otros animales o a las mismas personas, pueden mostrar agresividad, se enferman con frecuencia.
¿Qué más podemos hacer además de socializar con ellos? Primero que todo consultemos a su médico veterinario, pero entre algunas recomendaciones, la doctora
Nataly Velasquez @dra_mascotas dice que tratemos en lo posible de no dejarlos tanto tiempo solos en el hogar.
NO me regañen tan fuerte, sólo estoy ansioso. wwwsemana.com
“Si no podemos hacer otra cosa que dejarlos en casa mientras trabajamos, entonces podemos dejarles un hueso para morder, un juguete grande relleno con pocas galletas u otros artículos de su preferencia que los mantenga ocupados lo más posible”, asegura Velasquez.
- Además de colocarles algún objeto, podemos también dejar encendida la radio o ponerles música. Hay quienes les dejan un televisor prendido, y esto no es con la intención de humanizarlos, porque sabemos que no entenderán lo que miran, pero sí escucharán y se sentirán acompañados de alguna forma.
- ¡Hagamos ejercicios con ellos! Sí, tal vez lleguemos a casa y lo que queremos es cenar y acostarnos, pero una pequeña caminata para que ejerciten, suban y bajen escaleras y olfateen sin parar es un buen comienzo para mitigar sus ansias y hacerlos sentir mejor.
- En algunas zonas hay parques destinados a las mascotas; llevarlos los fines de semana sería una opción que cambie su rutina y que disfrutarán a más no poder.
Huesos o juguetes para morder ayudan mucho. Okdiario
Un punto importante a incluir en este contenido, sin intención de que suene contradictorio, es que el perro tampoco debe estar siempre pegado a su amo. Explican al respecto los conocedores de la materia, que esta unión tiende a ser más deseo en los humanos que en las mismas mascotas.
Y al dejar pasar tiempo prolongado juntos sin tomar distancia o enfocarse en otras actividades, se crea luego el problema de ansiedad en el animal. Esto, precisamente porque se genera dependencia y seguidamente el sufrimiento por la separación, indistintamente del tiempo que sea, pues, para ellos una hora puede ser una eternidad.
Tomemos en cuenta que la etapa de cachorros es el momento ideal para aplicar la educación y hacer las correcciones que garanticen un crecimiento sano y las mascotas vayan generando su propia confianza.
Definitivamente sí podemos ayudar a nuestras mascotas a no sentirse temerosas y ansiosas y no cuesta mucho. Nuestros médicos de cabecera para peluditos podrán también hablarnos de las feromonas tranquilizantes para ellos y así vamos ganando la batalla para hacerlos felices lo más que podamos. ¡Si ellos están sanos, nosotros estaremos bien!
